Manzanillo. Marzo 13.- No se puede hablar de la historia de Cuba si no se menciona la gran obra revolucionaria que forjaron los jóvenes de esta Patria, siempre dando ejemplos de firmeza y dignidad.
Fidel ya lo dijo en una ocasión: «(…) esa juventud tiene que tener una calidad humana muy grande para haber realizado la proeza que ha realizado, de pura inspiración propia». Esta es una de esas frases del líder eterno de la Revolución cubana que bien puede mostrar el valor y la valentía de los jóvenes de esta isla que se han enfrentado a disímiles enemigos para lograr la verdadera libertad.
Hoy a 64 años de una de las acciones más corajudas que hayan protagonizado los bisoños cubanos, con el asalto al Palacio Presidencial y la toma de Radio Reloj, las nuevas generaciones se motivan a preservar sus conquistas logradas a cualquier precio. Esta fecha en la actualidad es sin dudas faro y guía para mantener el ejemplo de todos esos muchachos que se convirtieron en héroes y mártires de una Patria agradecida.
Fueron los hechos del 13 de marzo de 1957, con José Antonio Echevarría (Manzanita) al frente, los que dejaron prendida esa llama del deseo de conquistar la libertad y preservarla porque, como dijo Fidel, eso sucede “cuando un pueblo está decidido como está el pueblo de Cuba a defender sus derechos, su justicia y su soberanía; cuando un pueblo entero se pone de pie como se ha puesto el pueblo cubano, y está unido y está firme; cuando un pueblo entero como el pueblo cubano está dispuesto a soportar todos los sacrificios, y ha visto morir a muchos jóvenes, y cuando toda una juventud y toda una nación está dispuesta a morir si es necesario en defensa de sus derechos…”
Hoy Cuba tiene muchos Manzanitas en esos aguerridos jovenes que siguen haciendo la historia de esta isla, desde un aula enseñando a los pequeños y adentrándolos al mundo de los conocimientos, o desde el deporte conquistando honores y glorias en cualquier evento, desde el surco sembrando alimentos, o haciendo ciencia para el beneficio de esta tierra y otros pueblos del mismo campo de la ciencia, y hasta en la propia defensa de la Patria formándose como soldados dignos de esta nación.
Pero su sonrisa también la vemos en los rostros de esos tantos valientes que se enfrentan a otro enemigo invisible y fatal como lo es la COVID-19, en esos jóvenes que siguen escribiendo desde las zonas rojas de los centro de aislamiento gloriosas páginas en la historia de nuestra Cuba, que seguirá siendo de Patria o muerte, convencidos cada día de nuestra victoria.