El análisis de temas de gran envergadura para alistarnos, y adoptar medidas para prevenir situaciones de desastres, constituyó el centro de las actividades realizadas este sábado, en la sede del Gobierno provincial, como parte de las acciones concebidas en la primera jornada del Ejercicio Meteoro 2023.
Entre los tópicos analizados destacó el pronóstico para la provincia de la temporada ciclónica del presente año, que prevé un comportamiento de normal a moderado, debido a la reducida formación de organismos ciclónicos, lo cual no debe constituir un motivo de confianza para los directivos granmenses, pues con solo uno de gran intensidad que pase por nuestro territorio, puede convertirse en una catástrofe y peligro severo para Granma.
Por ello, aconsejó Marcelo Cid Zayas, director del Centro Meteorológico de Granma, que como todos los años en este período deben adoptarse todas las medidas previstas para enfrentar y disminuir, los efectos nocivos de los ciclones tropicales.
Otra cuestión abordada fue la situación sismológica de la provincia, que siempre debe ser preocupante y mantenernos alertas, porque nos encontramos en el Oriente, la región de mayor actividad sísmica de Cuba.
En la información que sobre el tema brindó Eberto Hernández Suro, Jefe del Departamento provincial de Sismología, una cuestión a tener en cuenta con respecto a los movimientos telúricos, es que no se pueden pronosticar, y se generan en cualquier momento y bajo disímiles circunstancias, lo cual aumenta su gravedad y los numerosos daños que provocan en la población, y en las construcciones e infraestructuras de poblados y ciudades.
En la jornada sabatina el teniente coronel Luis Carlos Escalona Martínez, jefe del Órgano de la Defensa Civil en Granma, presentó a los jefes y directivos provinciales, la normativa que rige la gestión de la reducción del riesgo de desastres en la República de Cuba.
La directiva emitida por el Presidente de la República, en sus funciones de presidente del Consejo de Defensa Nacional, enuncia los peligros que pueden generarse en el ámbito natural, sanitario y tecnológico y las cuestiones a tener en cuenta para elaborar los planes encaminados a reducir los riesgos de desastres.
El documento persigue incrementar la capacidad de respuesta y adaptación de las personas y la sociedad ante las situaciones de desastres.
Asimismo, define el establecimiento de fases y la activación de los grupos temporales de trabajo, además de las acciones a desarrollar en caso de de ser necesario trasladar, evacuar y desconcentrar a la población.
En las conclusiones Yanaisi Capó Nápoles, presidenta del Consejo de Defensa provincial, refirió que fue una jornada fructífera y de mucho aprendizaje, de la cual la principal enseñanza es que no debemos confiarnos en los períodos de normalidad, porque muchos desastres naturales, sanitarios y tecnológicos surgen de manera imprevista y ese no es el momento de improvisar, sino de poner en práctica el plan de acción conformado para esos casos.
“Es importante, señaló, que no dejemos de lado la tareas preventivas, y que sigamos desarrollando acciones para disminuir los riesgos”.