Manzanillo. Marzo 23.- Durante casi tres décadas el ingeniero Roberto Chang Lago se ha visto envuelto en un fascinante mundo lleno de desvelos, investigación; de búsqueda y transmisión de la información oportuna y veraz; el estudio constante y mucha dedicación.
Este manzanillero apasionado por todos los ámbitos del medio ambiente es hoy el jefe de la estación meteorológica de Manzanillo, y comparte con nosotros cuánto representa para la ciencia cubana su entrega y la de sus compañeros de labor diaria.
«Los 28 años al servicio del Instituto de Meteorología (INSMET) han sido mi vida», confesó al mismo tiempo que agregó que comenzó en este universo «con 26 años como observador, luego fuí revisor, y desde el año 2003 me desempeño como especialista principal de este centro».
Esta es una actividad que tiene una cuota llena de sacrificios para estos hombres y mujeres. Así lo corrobora Chang al expresar que, «cuando nuestro pueblo descansa de las labores del día, nuestro observadores y observadoras se mantienen laborando durante la madrugada, soportando lluvia, truenos y frío, dejamos atrás a nuestra familia y enfrentamos los condiciones extremas de ciclones e intensas lluvias».
Roberto se enamoró de la meteorología durante su etapa de estudios universitarios, y desde entonces está tan vinculado a ella que ha logrado una unión perfecta con esta rama de la ciencia.
«De formación soy Ingeniero Agrónomo; en el tercer año de la carrera existe una asignatura que es agrometeorología, donde se estudian los elementos básicos de la Meteorología. Esto me motivó a trabajar en la estación del muncipio; dicen que la Meteorología es un bichito que si te pica no te curas. Es un trabajo bonito y muy importante, más en éste momento que el país necesita alimentos, nuestra labor contribuye a aumentar los resultados en los campos», confesó Chang Lago.
De esta ciencia hay una rama que más le apasiona, «es la Meteorología Marina, incluso participamos en dos Fórum Provinciales con el tema Penetraciones del Mar en Manzanillo, a propósito de los acontecimientos relacionados con el paso del Huracán Denys y la retirada del mar en nuestro municipio», agregó.
El tiempo de actividad dentro de una estación meteorológica es tan fascinante como agotador, pues «una jornada de labor normal transcurre como cualquier oficinista, todos los días hacemos una revisión del trabajo del observador que termina su turno, toda la documentación; dígase libros, modelos, gráficos, en todo esto se revisan los cálculos, los posibles errores humanos, toda la información es ciento por ciento confiable, veraz y oportuna, además todo nuestro personal desarrolla labores de mantenimiento de las áreas verdes y jardines, para mantenerlos muy bonitos», detalló Roberto.
Para este incansable investigador es una gran oportunidad que el muncipio cuente con un centro especializado en la meteorología. «Manzanillo es de las ciudades privilegiadas del país al contar con su estación, nuestra población espera siempre con expectativas los datos que todos los días brindan nuestros especialistas a la radio, principalmente cuando de temperaturas extremas se trata.
Como se dice popularmente en Cuba todo el mundo sabe de Meteorología, y esto en gran medida es gracias a la cantidad de información relacionada a nuestra labor compartida en todos los medios de difusión», expresó.
A lo largo de estos años muchos son los logros que Roberto y su colectivo han cosechado en materia científica. Todos han sido a favor del cuidado del medio ambiente y de la propia labor que realizan. «Hemos participado en numerosos eventos del fórum de ciencia y técnica, en la propia estación y en la provincia con varios resultados destacados. Nuestro centro ha obtenido la condición de destacado a nivel provincial en varias ocasiones.
Es válido destacar también que contamos con tres compañeros que han sido condecorados con la medalla Juan Tomás Roig por más de 25 años al servicio del INSMET», agregó.
En este trabajo es digno reconocer la entrega de todos estos espcialistas en condiciones difíciles como en las que se viven en medio de cualquier fenómeno meteorológico. «Nuestro sacrificio durante el paso de huracanes y ciclones es fuerte, nuestras familias son las que se inmolan en realidad ya que nuestra ausencia del hogar en condiciones tan peligrosas la enfrentan con firmeza y valor, más aún cuando no todos tienen casas en buenas condiciones y a pesar de esto nadie se queja, al contrario nos apoyan y facilitan nuestra movilización que no termina hasta que se decreta la fase recuperativa», manifestó Chang.
Para este entregado meteorólogo manzanillero es importante garantizar el relevo y formar en las nuevas generaciones esa vocación por esta rama de la ciencia, por eso ellos mantienen el vínculo con los centros escolares para lograr un impacto positivo en los niños y jóvenes.
«Es muy importante garantizar la continuidad de nuestra labor y por tal razón entre nuestras funciones está la vinculación con las escuelas a través de círculos de interés, de los cuáles hemos tenido en varias instituciones del municipio, como en el seminternado Adalberto Pesant, en la Escuela Secundaria Básica Urbana (ESBU) Paquito Rosales y en el Instituto Preuniversitario Urbano (IPU) Julio Antonio Mella», se refirió Roberto.
Chang Lago ya lleva 18 años al frente de este centro como especialista principal y cuenta con el apoyo de los cinco compañeros que allí laboran, «tres son Ingenieros Agrónomo, uno de los cuales es además Máster en Gestión Ambiental; contamos también con un Ingeniero en Rápida Localización y un técnico medio», explicó.
La Estación Meteorológica de Manzanillo comenzó a funcionar el 14 de junio del año 1974, se construyó en la ciudad Pesquera y por el desarrollo urbanístico fue quedando encerrada, lo cual redujo su funcionalidad y las exigencias de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
«A propuesta de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, la Meteorología fue incluida en las obras de la Batalla de Ideas y nuestra estación fue seleccionada para su reubicación, lo que se materializó en el año 2005. El día 26 de Diciembre del 2005 a las cuatro de la tarde se realizó y envió el primer parte desde la flamante Estación Meteorológica de Manzanillo, ahora situada en la Playita de Guasimal», señaló.
Hoy cuando celebramos el Día Mundial de la Meteorología lleguen entonces nuestras felicitaciones para Roberto y a su colectivo en el centro manzanillero, que vela por el comportamiento de las variables meteorológicas locales y nos mantienen al tanto de todo lo que acontece en nuestra atmósfera.