La misma decisión de Baraguá

Si las heridas tienen lenguaje, su cuerpo es página gloriosa de nuestra historia que lo destaca en su talla de hombre integral.

Es el primero al frente de las tropas, su corcel lleva todos los arreos y su traje de dril azul adornado en blanco, luce flamante en cada combate.

Líder natural con moral indiscutible, es seguido por todos respetuosamente porque con respeto trata a sus subordinados.

En su mente hay tanta fuerza como en su brazo redentor que con ímpetu y bravura sigue enfrentando al enemigo.

Así se levanta el Titán de Bronce en los campos de Baraguá 141 años después y decide los destinos de la Revolución y junto a él, al Ché Guevara y a Bartolomé Masó, los cubanos respondemos con honor a las pretensiones yanquis NO, NO NOS ENTENDEMOS!