«La Federación de Mujeres Cubanas (FMC) estuvo, está y estará en la primera línea de combate en la lucha por la igualdad y en defensa de su Revolución. Son estos, tiempos de definiciones y las federadas cubanas tenemos memoria, conocemos nuestra historia, aprendimos de Vilma, Fidel, Raúl, Almeida, Celia… que ante situaciones complejas, la unidad, exigencia, disciplina y coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, son el mejor método para llegar a la victoria», sostiene con orgullo Teresa Amarelle Boué, miembro del Buró Político del Partido y secretaria general de la FMC, quien conversó con Granma para, en apretada síntesis, referirse a los retos y fortalezas de una organización que arriba mañana a su aniversario 60.
Durante seis décadas, las mujeres de la Mayor de las Antillas han sabido labrarse un merecido puesto en la línea de combate, junto al pueblo. Hoy la batalla más grande a que se enfrenta nuestro país es a la lucha contra la COVID-19, desafío frente al cual «las cubanas han mantenido una actitud responsable y valiente. Miles continúan en sus puestos laborales, asegurando servicios y producciones claves que faciliten la vida cotidiana, y priorizando la atención de quienes más la necesitan.
«Incorporadas a las pesquisas activas para apoyar a los Grupos Básicos de Salud, hoy las mujeres se desdoblan de sus ocupaciones tradicionales para convertirse en costureras y confeccionar nasobucos y otros recursos imprescindibles para la protección del personal médico y del resto de los cubanos, y contribuyen a la orientación y organización del pueblo. También se han sumado a los centros de aislamiento habilitados en toda la nación. Han convertido sus patios y jardines en áreas dedicadas a la producción de alimentos, respondiendo a una tarea estratégica trazada por la máxima dirección del país. Nuestras maestras cambiaron su cotidianidad y se preparan hoy para enfrentar el curso escolar de forma diferente, y se han mantenido en comunicación con sus alumnos. Las científicas han contribuido en la elaboración de los protocolos de tratamiento y en el diseño de un modelo cubano de enfrentamiento al nuevo coronavirus, en medio de otros desafíos que ha planteado la pandemia y los cuales están enfrentando», expresó Amarelle Boué.
El incremento en más de 130 500 mujeres en la fuerza laboral de la agricultura es otro de los logros alcanzados durante la presente etapa de lucha contra la pandemia, a lo que no puede dejar de sumarse el crecimiento infinito y la calidad humana demostrada por nuestras profesionales de la Salud, quienes, «apartándose de sus seres más queridos para ponerse a disposición de salvar vidas, dentro y fuera de las fronteras cubanas, constituyen el 61 % del personal médico que integra las brigadas Henry Reeve que han prestado ayuda solidaria en más de 40 naciones».
Junto a los desafíos que tiene por delante la FMC, también «quedan frentes en los que debemos trabajar», aseguró, y refirió que, en las organizaciones de base en las comunidades, se debe estimular la incorporación de jóvenes a todas las actividades; así como es imprescindible la labor de prevención y atención social, elevar la combatividad de las familias ante las manifestaciones de indisciplina social, la corrupción y el delito; fortalecer el papel de las familias, fomentar la solidaridad, y perfeccionar las formas de convocatoria y movilización, advirtió.
«Constituye un imperativo –continuó– diseñar programas y acciones que posibiliten una mayor conciliación entre vida laboral y familiar. La sobrecarga doméstica de las mujeres sigue siendo un obstáculo importante a vencer. Son aún insuficientes los servicios que facilitan a la familia trabajadora la atención y cuidado a niños y ancianos, así como otros de apoyo al hogar, los cuales se han visto frenados por el criminal bloqueo del Gobierno de Estados Unidos a nuestro país».
A pesar de esas metas en las que se trabaja incesantemente, la FMC destaca por no pocas fortalezas que a lo largo de los años de Revolución se han incrementado. Contar con más de cuatro millones de mujeres revolucionarias integradas a la organización, lo que se traduce en el 91,8 % de las cubanas mayores de 14 años, al mismo tiempo que contar con la voluntad de la dirección política y de Gobierno para impulsar los programas y políticas dirigidas al desarrollo de las mujeres en todos los órdenes, así como las estructuras que conforman a la FMC a distintos niveles, aseveró la Secretaria General que forman parte de los principales logros obtenidos.
La voluntad de mujeres y hombres con calificación en diversas materias, que conforman un amplio activismo voluntario; la presencia mayoritaria de diputadas en la Asamblea Nacional; una Constitución en la que se protege el derecho de participación de las mujeres, en igualdad de condiciones, oportunidades y posibilidades en la construcción del modelo social cubano de desarrollo socialista, así como la protección ante hechos de discriminación y violencia de cualquier tipo que lacere su integridad como ser humano; el alto nivel de preparación técnico, profesional, cultural y político de nuestras féminas, que les permite su plena inserción en todos los frentes de desarrollo del país, sobresalen, indiscutiblemente, entre las fortalezas destacadas por la dirigente.
Las Casas de Orientación a la Mujer y la Familia en todos los municipios del país, los equipos multidisciplinarios de Procedimiento Familiar, imprescindibles en la solución de conflictos dentro de los hogares; la existencia de alianzas y convenios de cooperación con ministerios, organizaciones de masas y otros Órganos del Estado para la ejecución de las políticas públicas, en beneficio de las mujeres y la igualdad de género; el Plan de Acción Nacional de la República de Cuba de Seguimiento a la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer de la ONU, aprobado por acuerdo del Consejo de Estado en 1997, que reconoció a la FMC por su amplio prestigio nacional e internacional, como el Mecanismo Nacional para el adelanto de las mujeres en Cuba, se suman a los logros de esa organización.
Contar con el Centro de Estudios de la Mujer, cuya función principal es realizar investigaciones científicas acerca de la situación de las mujeres y de las relaciones de género; con la Editorial de la Mujer, que tiene como propósito educar, informar y orientar a las féminas en una cultura de igualdad, a través de sus publicaciones; el Centro de Documentación de la Mujer; el Memorial Vilma Espín Guillois, que preserva y divulga el pensamiento y los valores de la fundadora y eterna presidenta de la FMC; el Centro de Desarrollo Artesanal Industrial Quitrín, subrayó Teresa Amarelle, es una victoria invaluable.
«El amplio prestigio internacional y las relaciones con movimientos sociales y de mujeres en 122 países del mundo da la oportunidad de sumarlas en la condena al bloqueo económico, financiero y comercial del Gobierno de Estados Unidos contra Cuba, las medidas de su recrudecimiento, con énfasis en el impacto sobre las mujeres, así como contrarrestar las campañas difamatorias y coordinar la oficina regional de la Federación Democrática Internacional de Mujeres», son metas alcanzadas por la FMC, que cuenta con la Revolución como el principal programa de igualdad para las mujeres de esta tierra antillana.
Cuando Teresa Amerelle Boué piensa en las próximas seis décadas de la fmc, sostiene con seguridad que «serán otros 60 años de victorias; con una organización que seguirá siendo unitaria y heterogénea, auténtica, y experimentada, rejuvenecida en las maneras de hacer, de acuerdo con las circunstancias y con el momento histórico concreto de las generaciones que la integren; muy comprometida con la obra de la Revolución y la construcción del Socialismo como única vía para resolver los problemas de los cubanos y cubanas.
«Imagino una organización que continúe promoviendo el conocimiento, el amor y el respeto a la diversidad, el estudio de la historia patria y la obra de sus protagonistas, que se haya fortalecido su aporte, pues todos los días en nuestra nación se escriben páginas de heroísmo, muchas veces anónimas, que deberán servir de ejemplo a las generaciones venideras.
«Serán años de mucho trabajo, pero, sin duda, se continuará avanzando por preservar las principales conquistas, por mantener y elevar a planos superiores la igualdad de derechos, oportunidades y posibilidades, una organización que haya contribuido a superar los obstáculos que nos impone el bloqueo, y que se desarrolla en una sociedad más próspera y sostenible, por la que trabajamos con la participación y protagonismo indiscutible de sus mujeres».
Hoy, cuando el mundo vive una de las crisis más grandes de su historia, y de la cual Cuba no está exenta, la Secretaria General de la FMC sentenció: «La Patria nos llama y tiene prisa, no le hagamos esperar, una vez más mantengamos nuestra inteligencia, sagacidad y valentía al lado de la dirección política y de Gobierno de este país, para quienes todas y todos somos importantes».