Decía el Apóstol de Cuba: Toca a la prensa encaminar, explicar, enseñar, guiar, dirigir, (…) tócale proponer soluciones, madurarlas y hacerlas fáciles».
Y así andamos hoy los periodistas cubanos en medio de una pandemia que azota al mundo, a la que Cuba no ha escapado, y que en nuestros días se observa un rebrote al que se enfrenta con todo rigor.
Así andamos por estas jornadas los profesionales de la palabra encaminando y explicando nuestra situación actual, pero también enseñando que en este combate no basta sólo con conocer del nuevo coronavirus Sars-Cov-2, es necesario combatirlo con disciplina y orden para que no siga ganando terreno en nuestra isla.
Nos ha tocado un momento difícil en el que seguiremos sin dudas y con todas nuestras fuerzas guiando y dirigiendo a nuestra gente hacia la necesidad de esa percepción del riesgo que debemos tener todos. Por eso vamos allí a los centros de aislamientos acompañando al médico, los enfermeros, y a todo el personal de la salud que combate, o se haya enfrentado cara a cara con la enfermedad en las zonas rojas, para mostrar su sacrificio, cuanto vale su entrega para salvarnos.
Pero también mostramos a nuestra gente que sufrieron en su cuerpo los embates de esta enfermedad para que, por la experiencia personal, converse con nuestros públicos de que no es sólo con palabras, sino con acción y conciencia como mejor se puede combatir a la COVID-19.
Los periodistas también nos arriesgamos frente a este flagelo para marchar junto a nuestro pueblo en este enfrentamiento a la pandemia. Por eso acogemos con toda responsabilidad nuesta misión de proponer soluciones, que no es con la vacuna sólo como vamos a salir de esta situación, es con la obligación de cumplir con todas las medidas higiénico sanitarias establecidas, esas acciones que nunca nos cansaremos de explicar, hablar y de insitir para su correcta ejecución.
Y decía también el maestro: «Solo quién sabe de periodismo, y de lo costoso del desinterés, puede estimar de veras la energía, la tenacidad, los sacrificios, la prudencia, la fuerza de carácter que revela la aparición de un diario honrado y libre».
Y en verdad es la prensa cubana muestra hoy de ese sacrificio y entrega diaria para hacer llegar la información precisa a quienes la buscan. Nosotros siempre seguiremos siendo esa vía que necesite el cubano para estar al tanto de todo, porque es esencial que nuestra gente sepa a lo que nos enfrentamos y a lo que nos arriesgamos.
Ya lo dijo Fidel, y creo que tiene total vigencia hoy. “Veo en la prensa una fuerza de enorme importancia, decisiva; es verdaderamente decisiva en esta lucha que estamos librando, en la cual nos estamos jugando todo. No solo nos estamos jugando nuestra obra, nos estamos jugando la obra de todas las generaciones que nos precedieron, y estamos defendiendo la herencia de los que vendrán después de nosotros. Hay que partir de ese enfoque”.
Y desde ese mismo enfoque seguiremos en combate, la prensa no se cansará, volveremos a cada rincón que se nos llame o necesite para mostrar nuestro mensaje de lucha contra la COVID-19. Seguiremos a través del micrófono, la cámara, la pluma y el papel enfrentando las inconciencias de no valorar los esfuerzos de este combate, continuaremos mostrando nuestra verdad, esa por la que luchamos y no la que nos quieren imponer con aires de anexión.
Frente a la COVID-19 la prensa cubana siempre estará al lado de lo cierto, porque la verdad necesita de nosotros, y porque como expresó el líder eterno de la Revolución cubana: “La verdad en nuestros tiempos navega por mares tempestuosos, donde los medios de divulgación masiva están en manos de los que amenazan la supervivencia humana con sus inmensos recursos económicos, tecnológicos y militares. ¡Ese es el desafío de los periodistas cubanos!”