Las investigaciones siguen desmontando la estrategia política calculada y deliberada de EE. UU. para desacreditar a Cuba

Foto: Imagen publicada por CBC con algunos elementos de la investigación
Foto: Imagen publicada por CBC con algunos elementos de la investigación

Un artículo publicado por CBC News el jueves 19 de septiembre, sobre los síntomas de salud reportados por diplomáticos canadienses en La Habana, hace referencia a los resultados de la investigación científica encabezada por el Dr. Alon Friedman, del Departamento de Neurociencias y Pediatría Médica de la Universidad de Dalhousie, Canadá. La investigación plantea que se trata de «daño cerebral causado por exposición sostenida a insecticidas utilizados para el control de plagas».

Los resultados de la investigación de la Universidad de Dalhousie se alejan de las teorías infundadas y no demostradas científicamente de que con armas misteriosas se produjeron ataques a los diplomáticos.

Esta nueva hipótesis contribuye a esclarecer que las diversas teorías sobre los llamados «fenómenos direccionales» y otros eufemismos sobre supuestos ataques carecen de fundamento.

Los expertos cubanos que han trabajado el tema consideran, de manera preliminar, que la hipótesis presentada por el equipo canadiense es una explicación seria para fundamentar desde la investigación científica los síntomas reportados.

En el artículo de CBC se dice que la Embajada de Canadá y sus residencias diplomáticas pudieron haber aplicado insecticidas para combatir mosquitos, con una frecuencia hasta cinco veces más de lo usual.

Ya se han iniciado intercambios entre los expertos de Canadá y el equipo de Cuba para avanzar en una investigación en nuestro país.

Aunque el trabajo del equipo investigador de la Universidad de Dalhousie está realizado con rigor científico, el equipo cubano considera que, al utilizar una muestra pequeña y heterogénea, resulta difícil llegar a conclusiones definitivas. No es posible excluir otras explicaciones basadas en patologías muy comunes.

Según los expertos cubanos, al revisar en su conjunto los datos públicos sobre los incidentes de salud de diplomáticos canadienses y estadounidenses con estancias en Cuba, queda confirmado que no todos presentan los mismos problemas. De hecho, muchos de los hallazgos positivos en algunos de los estudios podrían estar determinados por subgrupos de personas con cuadros médicos distintos a los demás.

El uso de insecticidas en Cuba para combatir a los mosquitos ha respetado los protocolos establecidos internacionalmente, incluidas las normas de la oms y ops, y los procedimientos establecidos por los fabricantes de estos agentes químicos. El Ministerio de Salud Pública de Cuba revisa el tema a tenor de las investigaciones que se están conduciendo.

Si algo se viene confirmando a medida que pasa el tiempo, es que las acusaciones infundadas y las calumnias del Gobierno de EE. UU. sobre este tema han respondido a una estrategia política calculada y deliberada para desacreditar a Cuba.

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