A punto de estrenar el próximo sábado su cuarto largometraje, Ya no es antes, el realizador cubano Léster Hamlet reafirma que la literatura teatral en la isla está llena de obras que deben ser visitadas y repensadas por los cineastas.
“Dicen que el talón de Aquiles de nuestra cinematografía son los guiones, pero no estoy de acuerdo. Ahí también los actores han contado mucho de lo que ha sido la historia del ser social en Cuba en muchos períodos”, subraya.
Inspirado en la pieza Weekend en Bahía, del finado dramaturgo Alberto Pedro, su nueva película trata sobre la imposibilidad del amor en una relación de pareja que vive un limbo de emociones a partir de la inmigración.
“Había un mito en torno a esa obra y escuché que Titón (Tomás Gutiérrez Alea) la quiso filmar en algún momento. Los personajes se acercan mucho a mis intereses, dicen muchas cosas que siento que es importante hablar de ellas en este momento”, destaca.
La historia de Mayra (Isabel Santos) y Esteban (Luis Alberto García) aborda el tema del éxodo y la separación familiar desde otra perspectiva.
Se escribió en la década de 1980 y sin embargo, haciendo una readaptación, es perfectamente lógica y coherente desde estos días. Eso habla bien de los dramaturgos y de esa literatura, porque no son relatos escritos para que funcionen en un período histórico determinado, sentencia Hamlet.
Sobre el papel de Isabel Santos, asegura que ha dibujado e interpretado una Mayra aferrada a la cubanía a pesar de vivir 40 años fuera del país; se resigna a modismos de inglés en sus diálogos, atada a los recuerdos y a los dolores, y continúa con su idiosincrasia hasta en la forma de decir.
Luis Alberto interpreta a un Esteban cansado, con un tempo y una manera de desplazarse que no es habitual en él.
“Había que contrastar mucho las personalidades y había que significar también qué representaba cada uno de ellos”, asegura el director.
Cuando uno trabaja con dos actores como Isabel y Luis Alberto, hay que ser consciente de que son dos personas que no solo han vivido vidas muy intensas sino que han sido también todos sus personajes; conocen mucho al ser humano, ya están de vuelta, precisa Hamlet.
En cuanto a las escenas, el cineasta asegura que todas resultaron difíciles porque, incluso, en la aparente complicidad de ese dúo hay muchos demonios por debajo sosteniendo todo su drama.
Nunca sabemos a qué va el personaje de Mayra a esa casa, ¿cuál es el motivo de su ira, de su locura, de su descalabro emocional? Tampoco sabemos cuál es el motivo de esa soledad y ese deterioro de Esteban, comenta.
La trama de Ya no es antes transcurre en un apartamento del habanero reparto Chivás, contiguo a la zona donde se desarrolla la acción de la pieza teatral.
Yo veía un espacio con muchas locaciones: la sala, el sofá, el cuarto, el baño, el balcón. Hacer una película verbalista necesitaba que fuera muy dinámica o todo lo dinámica que tanto diálogo me iba a permitir, subraya.
Vi imposible que se pudiera hacer con una escenografía, no era una opción que me interesara. Quería que vivieran en ese apartamento, al costo que pudiera tener y resultó una película llena de movimientos de cámara; para eso, el trabajo de un fotógrafo como Raúl Pérez Ureta fue vital, confirma.
“Creo que es una película de amor, muy singular. No sé cómo la tomará el público pero yo estoy muy satisfecho y encantado con ella”, enfatiza Hamlet.
Quería probarme a mí mismo y saber si yo era capaz de sostener un drama con tan pocos elementos. Esa es la película que quería hacer; esa es la película que está hecha y es la que, confío, los espectadores van a asumir como suya, finaliza.
Léster Hamlet (La Habana, 1971) cuenta en su filmografía con tres largometrajes (Tres veces dos, Casa Vieja y Fábula), diversos documentales y numerosos video clips a populares intérpretes y agrupaciones musicales en la isla.