Manzanillo. Enero 28.- Las luces del ideario martiano iluminan a los habitantes de la urbe que rindió tributos al Apóstol de la independencia de Cuba, José Martí Pérez, en el 170 aniversario de su natalicio.
Las llamas del fervor revolucionario de los jóvenes de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU). la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM) y de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), en esta localidad flamearon en la noche de viernes convertidas en antorchas que reeditaron la Marcha protagonizada hace 70 años por la Generación del Centenario.
«Hoy honramos aquella noche de 1953 y portamos las antorchas como símbolo de rebeldía y conocimiento… por y para la Revolución» fueron las palabras que dieron la arrancada bajo el lema Su antorcha, mi fuerza.
Reynier Beltrán Sánchez y Rossío Naranjo Figueredo, máximos dirigentes políticos y gubernamentales de la localidad; Yordanis Fonseca León, Intendente del municipio y Yoanaisi Guerrero Rondón, líder de los jóvenes comunistas en la localidad, presidieron la marcha que partió del parque Bertot por las calles 12 de Agosto, Mártires de Vietnam, General Benítez hasta la Avenida Primero de Mayo de esta urbe granmense, donde artistas aficionados de la Universidad de Ciencias Médicas de Granma dedicaron los arpegios de la trova al Héroe Nacional de Cuba.
La Vigilia Martiana, tradición local desde aquella primera celebración de Noche Buena Martiniana en 1926, unió a los manzanilleros en los predios del Centro de Promoción para la cultura literaria Manuel Navarro Luna. Renombradas figuras artísticas y estudiantes de la Escuela Elemental de Música de la ciudad del Golfo de Guacanayabo dejaron camino abierto al honor, la canción y la poesía para traer al Maestro tangible en vísperas de su natalicio.
Mariela García Gregorich, miembro del Buró Municipal del Partido y Rossío Naranjo Figueredo, presidenta del Gobierno local, asistieron a la velada, en la que participaron también Manuel Olivera Álvarez, presidente de la UNEAC aquí y el Premio Nacional de Música y director de la Orquesta Original de Manzanillo Wilfredo Pachy Naranjo.
«Hagamos siempre de los honores a Martí un camino de luces, abierto al amor, la poesía y la unidad del pueblo««», refirió en sus palabras el director del Centro de Promoción para Cultura Literaria Manuel Navarro Luna, el poeta Ángel Larramendi.
«Es Martí verbo y visión de todo el orbe y es por eso que estamos obligados a inculcar en el alma de nuestras juventudes, las extraordinarias canteras que anidaron en el alma del maestro, a llevar su pensamiento a lo profundo de los espíritus para hacer crecer la Patria que, tan gigantes sacrificios, costara crear«.
La banda municipal de conciertos encabezó la peregrinación hasta el Parque Carlos Manuel de Céspedes, y frente al busto del Apóstol las autoridades locales colocaron una ofrenda floral a nombre de todo el pueblo a quien, en palabras elocuentes del Doctor en Ciencias Rafael Izaguirre Remón, sintetiza los mejores valores de nuestro pueblo, y sus enseñanzas se concentran en la construcción de un país con todos y para el bien de todos.
Este sábado fueron los pinos nuevos protagonistas del homenaje al poeta, al hombre de La Edad de Oro. La luz de sus ideas fueron irradiadas en versos, dramatizaciones, cantos, representaciones de los personajes heredados por los niños y niñas cubanos.
El también tradicional Desfile martiano sentenció la presencia eterna del autor intelectual del asalto al Cuartel Moncada en las nuevas generaciones, quienes se nutren de sus enseñanzas y no le dejan morir como lo hicieran los jóvenes del centenario.
En Manzanillo, a 170 años del nacimiento del niño que quizo la estrella para alumbrar a su Patria, José Martí vive.