Santiago de Chile, 20 jul (PL) Los pactos de silencio dentro del Ejército de Chile, tantas veces señalados por grupos de derechos humanos, están a punto de ponerse en evidencia con el magnicidio ya comprobado del expresidente Eduardo Frei Montalva.
‘Estamos ya a pasos de saber la sentencia, porque obviamente estamos convencidos de que mi padre fue asesinado y lo prueba todo este largo proceso en que del Ejército ha sido nulos sus aportes y cooperación’, declaró Frei.
La otrora legisladora, que en una ocasión reconoció a Prensa Latina la similitud del caso de su padre con la muerte del poeta Pablo Neruda nueve años antes, significó que ‘el juez ha ido probando y tiene la certeza de que están mintiendo’.
Ya en la fase crucial del proceso iniciada este viernes serán presentadas evidencias y testimonios para demostrar el crimen en un juicio adelantado por el ministro en visita (magistrado especial) Alejandro Madrid.
‘Todos aquellos que todavía ocultan algo y que sí saben lo que pasó, estamos en el momento que puedan contar la verdad para poder perdonar’, recalcó Carmen Frei.
En conversación con Prensa Latina, Eduardo Contreras, el abogado de derechos humanos y querellante en el expediente de Neruda, rememoró el encuentro que sostuvo hace unos años con Eugenio Ortega, el esposo de Carmen ya fallecido.
‘Ambos (Neruda y Frei) ingresados en el mismo piso y cuarto de la misma clínica Santa María (…), tres de los cuatro médicos que están procesados por el crimen de Frei Montalva también atendieron a Neruda’, apuntó Contreras.
Y la misma enfermera que se ocupó de Neruda, igualmente lo hizo con Frei Montalva, acotó.
El político democratacristiano fue mandatario de Chile de 1964 a 1970, fundador de su partido y perdió la vida tras ser sometido a una cirugía digestiva. Pero las pesquisas recientes indicaron que habría sido envenenado con gas mostaza y litio en la clínica.
Frei Montalva encabezaba un movimiento de oposición a la dictadura de Augusto Pinochet, que desbancó de forma sangrienta del poder a Salvador Allende con una asonada golpista el 11 de septiembre de 1973.
Meses atrás, el juez Madrid aseguró por primera vez dentro de un largo proceso que Frei Montalva fue asesinado, e inició la querella condenatoria contra los presuntos autores del asesinato.
La muerte de mi padre quedó sentenciada desde el momento en que se transformó en un liderazgo imposible de controlar y detener en su objetivo de crear un frente amplio para recuperar la democracia y superar la dictadura, declaró la exsenadora.
Ahora se instala en Chile un proceso de ocho días de audiencias públicas con los imputados en calidad de autores del delito de homicidio, el médico Patricio Silva Garín, el chófer de la familia Frei e informante del dispositivo de contrainteligencia de Pinochet Luis Becerra.
Además figura en la causa Raúl Lillo, exagente de la Dirección de Inteligencia Nacional de la junta militar pinochetista, acusada de crimenes y desapariciones. Y como cómplice del asesinato, el médico Pedro Valdivia y encubridores los patólogos Helmar Rosenberg y Sergio González.
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