Bogotá, 25 jul (PL) La renuncia del expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) al Senado de la República generó un verdadero tsunami en la agenda política de Colombia.
Ante la decisión de la Corte Suprema de Justicia de llamarlo a indagatoria por supuesta manipulación de testigos y fraude procesal, Uribe dio a conocer ayer vía twitter la decisión de renunciar a su curul en el Senado, del que tomó posesión hace solo cinco días.
‘La Corte Suprema me llama a indagatoria, no me oyeron previamente, me siento moralmente impedido para ser senador, enviaré mi carta de renuncia para que mi defensa no interfiera con las tareas del Senado’, dijo Uribe.
La noticia causó conmoción en los legisladores del Centro Democrático, partido fundado y liderado por Uribe, cuya membresía constituye de hecho la primera fuerza política en el Congreso.
Una revista local comentó que la bancada uribista, que se ufanaba de ser gobierno, está moralmente golpeada al quedarse sin su líder.
De ahí que convocaran anoche una reunión de emergencia de la que salió el pedido a su jefe de descartar la renuncia al Congreso y un mensaje de solidaridad con el exmandatario, mentor del presidente electo, Iván Duque, quien también salió en su defensa.
‘Expresamos nuestra solidaridad al expresidente Uribe y su familia en estos momentos, y estamos seguros que su honorabilidad e inocencia prevalecerán’, declaró Duque, quien asumirá como jefe de Estado el 7 de agosto.
Sin embargo, para la oposición en Colombia el paso que dio Uribe fue calculado en su beneficio.
‘La renuncia de Álvaro Uribe al Senado es para evadir investigación’, afirmó el excandidato presidencial por el movimiento Colombia Humana y ahora senador, Gustavo Petro.
‘El hijo del mayordomo de la hacienda Guacharacas, Juan Monsalve, lo acusa de asesinato y, tratando de variar la declaración, Uribe manipuló criminalmente testigos’, dijo Petro en su perfil de twitter. Asimismo el congresista de Polo Democrático Alternativo Jorge Robledo opinó que se le manda un mal mensaje al país si la renuncia al Senado fue para cambiar de juez, poniendo en duda a la Corte Suprema de Justicia.
Según expertos en temas jurídicos, si el Congreso avala la renuncia, la Corte Suprema pierde la competencia para desarrollar la investigación y su causa sería asumida por la Fiscalía General.
Carlos Arias, académico colombiano, dijo al diario El Tiempo que nada raro pasará por el capital político que tiene Uribe. Arias evaluó su decisión como una estrategia de defensa para ser juzgado por un fiscal y tener una dinámica de mayor influencia en el gobierno de Duque.
El 16 de febrero de este año la Sala Penal de la Corte Suprema desestimó una acusación de Uribe contra el senador del partido Polo Democrático Alternativo Iván Cepeda por supuestamente acudir a las cárceles del país para buscar testigos contra él.
La Corte Suprema había estudiado durante casi seis años el expediente presentado contra Cepeda y concluyó entonces que la denuncia de Uribe contra el congresista era improcedente.
Paralelamente dictaminó que, por el contrario, era el también senador y jefe del derechista partido Centro Democrático quien presuntamente había manipulado testigos para deslegitimar la labor de Cepeda.
El llamado a indagatoria esta vez, según lo expuesto por la Corte, podría estar relacionado con el hecho de que allegados a Uribe habrían incurrido en nuevos actos de manipulación de testigos.
Para Angélica Lozano, de la Alianza Verde y vicepresidenta del Senado, ‘la justicia tiene una oportunidad de oro para redimirse… La justicia en Colombia es para todos y no solo para los de ruana’, aseveró.
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