
Manzanillo. Octubre 9.- Este 10 de octubre es un día significativo para todos los golfeños, no solo por el alzamiento en La Demajagua de Carlos Manuel de Céspedes, sino por la celebración del aniversario 105 del hospital pediátrico Hermanos Cordové.
Múltiples son las satisfacciones de este nuevo cumpleaños, así lo aseguró la licenciada Katia Ávalo , jefa del servicio de enfermería de la institución asistencial, quien además afirma el compromiso de perfeccionar cada vez más el quehacer diario, en el cual son premisas la prestación de servicios y el desempeño científico – técnico.
“Nuestra unidad de salud, principal institución para la asistencia de los niños y niñas residentes en la antigua región del Guacanayabo, cuenta con un programa festivo que incluye el embellecimiento de las distintas áreas del inmueble, matutinos especiales en los que estimularán a los trabajadores destacados, e intercambios entre los pediatras más experimentados y los de reciente incorporación”.
“Momentos significativos de este esquema de celebración, serán los reconocimientos a los médicos que por su incansable y profesional quehacer a lo largo de los años y que constituyen paradigmas para la nueva generación de pediatras y a los médicos, enfermeras y trabajadores internacionalistas”.
“Este calendario conmemorativo al cumpleaños del hospital infantil o Caymari, como todos en la ciudad lo conocen se extenderá por todo el mes de octubre, y se le incluirán nuevas actividades en la marcha”.
Ubicado en la calle número tres entre la segunda y tercera avenidas del Reparto Caymari, demarcación que debe su nombre a quien fuera benefactor de la ciudad, Don José Caymari Vila, quien ofreció toda su fortuna para la edificación y mantenimiento de un hospital para los pobres por aquella época.
Nombre que llevó hasta el triunfo revolucionario que fuese cambiado por el que hoy lleva en recordación a los Hermanos Cordové, dos pequeños manzanilleros asesinados por la dictadura de Fulgencio Batista.
Más de un centenar de médicos, enfermeros, técnicos y trabajadores de una decena de especialidades brindan un servicio de excelencia rindiendo tributo a su mecenas y al doctor Romárico Arjona, pediatra ya jubilado, reconocido como profesor de profesores quien ejerció ahí hasta su retiro de la vida laboral.
El colectivo de esta institución por sus resultados en la noble labor de salvar vidas y de cuidar de los infantes con esmero, son merecedores de la distinción Amigo de la madre y el niño.