Chapare, Bolivia (PL) Consecuentes con su formación humana, los profesionales cubanos de la salud en Bolivia protagonizaron un nuevo capítulo de su historia en este país, donde son queridos y tratados como hermanos. (PLRadio)
Pacientes de todas las edades acudieron al llamado y encontraron no solo el alivio a sus malestares físicos, sino calidez y amor aun cuando las situaciones fueran muy delicadas.
La doctora Ereida Cabrera, especialista en Pediatría, compartió con Prensa Latina algunas de sus experiencias, pero se detuvo en el caso de un niño, cuyo diagnóstico impactó por ser muy poco frecuente en el mundo.
Se trata de un bebé de un mes con un Linfangioma congénito. Esta enfermedad afecta el tejido conectivo y linfático, fundamentalmente del cuello y la axila, explicó Cabrera.
Por su delicadeza -añadió la doctora- el caso requirió interconsultas con otros especialistas, pues el aumento de tamaño del tumor podría traer serias consecuencias para el pequeño.
‘Nos llamó la atención que está teniendo trastornos para tragar. Si continúa el crecimiento comprimirá la tráquea y la laringe’, especificó la experta.
Al preguntarle sobre posibles soluciones, comentó que le darán seguimiento al caso y posteriormente será valorado en el hospital de Valle Hermoso, departamento de Cochabamba.
Muchos casos captaron la atención de los más de 100 colaboradores cubanos y casi 150 colegas bolivianos que durante tres días trabajaron jornadas de 10 y 12 horas.
La Coordinadora de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba -sede de la feria de salud- fue testigo del altruismo de médicos, enfermeras, laboratoristas y personal técnico.
En tres jornadas se ofrecieron más de 21 mil atenciones, pero el número pasa a un segundo plano ante las historias de estos gigantes de la solidaridad en una de las zonas más hermosas de Bolivia, ubicada entre las montañas de la Cordillera de los Andes y los llanos amazónicos.
También, en el trópico cochabambino conviven grandes ríos y bosques interminables, refugios naturales de una amplia diversidad de fauna y pueblos indígenas.
Para el doctor Armando Marín, Gerontólogo-Geriatra desde hace 29 años, uno de los aspectos más importantes del evento fue la afluencia de pacientes que luego de ser consultados regresaban a sus hogares muy agradecidos.
‘La feria nos dio la oportunidad de relacionarnos más con el pueblo boliviano y nos sentimos complacidos por la acogida’, expresó el experto a Prensa Latina.
En opinión del doctor Marín fueron jornadas fructíferas, pues se le pudo dar solución al 99 por ciento de los casos vistos en su especialidad gracias al apoyo de Fisiatras y Reumatólogos.
La mayoría de los pacientes -argumentó- presentaron enfermedades osteomusculares y degenerativas, pero pudimos aliviarlos y por eso nos sentimos satisfechos.
Sin embargo, hubo un momento que marcó la vida del doctor, y fue cuando estrechó la mano del presidente Evo Morales y se tomó una foto con él, minutos después de la inauguración de la feria. Visiblemente emocionado, aseguró sentirse dichoso por haber estado cerca de hombres de la talla de Fidel Castro, Hugo Chávez y Evo Morales, a quienes considera íconos no solo de América Latina, sino del mundo.
Pese a que la feria contó con servicios en una veintena de especialidades, las más concurridas fueron: Medicina General Integral, Oftalmología, Medicina Interna, Pediatría, Ginecología, Ortopedia y Traumatología, Alergología, Otorrinolaringología y Dermatología.
Más allá del número de atenciones ofrecidas, médicos cubanos y bolivianos llevaron al trópico de Cochabamba la luz de la solidaridad y llenaron de esperanza a miles de personas.
*Corresponsal de Prensa Latina en Bolivia.
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