Mi ciudad siempre espera

Manzanillo. Octubre 31.- Mi ciudad es un puente en la memoria/ donde los andenes asisten al silencio/ y el mensaje dice la hora exacta de perseguir los caminos./ Vuelvo a mi ciudad/ ella siempre espera.
(Juventina Soler Palomino)


Este fragmento del poema Exilio en mi ciudad (I) de la destacada poetisa manzanillera Juventina Soler Palomino es la principal motivación de las opiniones de nuestros entrevistados este 31 de octubre, fecha en que se celebra el día mundial dedicado a las urbes.

Hoy esta localidad granmense que besa al mar como novia del Guacanayabo tiene importantes retos para arropar mejor a sus hijos, esos habitantes que la ven en cada uno de sus amaneceres cómplices de una cotidianidad que debe aportar desarrollo y vida.

La ciudad del Golfo llena de orgullo e identidad a quienes convivimos en ella, por eso los manzanilleros hablan con ese amor que sienten a sus calles, a su gente, sus tradiciones, y sus costumbres.

Así el joven Yosvani Hechavarría Tamayo, dice que “esta es mi cuna, mi lugar de nacimiento, mi eje, mi centro, donde actualmente radico y de la cual me siento orgulloso. Es para mí un privilegio decir que soy manzanillero, por su historia, es un honor estar donde me desempeño como artista de la plástica, en la primera Casa de cultura del país”.

Yosvani Hechavarría Tamayo //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
Rafael Reyes Machado //Foto Eliexer Pelaez Pacheco

Otro lozano creador Rafael Reyes Machado plantea que “esta es la tierra donde siempre he estado y crecido, donde he querido plantar mis raíces y de donde no quiero irme, porque aquí tengo mi futuro trazado, y es donde quisiera realizar lo que me he propuesto en la vida. ¿Qué mejor que sea donde vine al mundo?”.

Clara Bermúdez Pérez se emociona al expresar que “Manzanillo es afortunadamente el lugar donde nací, en la que crecí y la que amo, a la que no pienso abandonar nunca. Este territorio es para mí lo principal, donde se multiplica mi familia. De Manzanillo me gusta todo, incluyendo su glorieta que es símbolo de esta ciudad, que no la concibo sin ella.

Esta, mi tierra, es la más importante que yo considero que existe, cuna de políticos, revolucionarios, hombres y mujeres de cultura, habitantes que han prestigiado su nombre en todo el país y el mundo, por lo tanto es esencial en mi vida”.

Clara Bermúdez Pérez //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
Caridad Margarita Castillo Torres //Foto Eliexer Pelaez Pacheco

Caridad Margarita Castillo Torres, dice que su ciudad “es lo más maravilloso de la vida, esta fue una de esas localidades donde los grandes músicos, historiadores y personalidades llegaban a descubrir sus encantos. Soy manzanillera ciento por ciento, amo a mi tierra, tengo posibilidad de vivir en la capital cubana pero a mi querido Manzanillo no lo dejo”.

Sueños y aspiraciones
Muchas son las quimeras de los pobladores de este territorio hoy cuando la celebración por el Día Mundial de las ciudades tiene como lema: Valorar nuestras comunidades y ciudades.

Así por ejemplo Yosvani quisiera “que mi ciudad avanzara más en cuanto a su restauración, a su cuidado en la arquitectura, color, armonía, que exista mayor preocupación de mantenerla viva, darle mejor conservación para que los jóvenes que continúan puedan también disfrutarla como lo hacemos nosotros”.

A Rafael le gustaría “ver a mi Manzanillo más próspero, que mejore en todos los sentidos, en cuanto a la arquitectura, desarrollo cultural, económico, en progreso, que sea una urbe donde existan otras condiciones en la que los niños puedan tener más locales en los barrios para mostrar su talento, y que conste de una vida recreativa más abierta para los jóvenes”.

Por su parte, Clara aspira a un “Manzanillo más rejuvenecido, donde exista colores nuevos que reflejen la alegría de este pueblo trabajador. Que se perfeccione todo lo que se pueda mejorar, y que sea una ciudad como lo es en espíritu, pues físicamente puede transformarse todo lo que sea, pero en la espiritualidad debe mantener la esencia del manzanillero, algo muy importante, así es como lo quiero siempre”.

Caridad espera que esta ciudad “se reforme, ya tenemos un parque maravilloso, pero sueño con una transformación de los demás lugares, pues tenemos todas las cualidades para seguir siendo ese Manzanillo de siempre”.

Enrique Labrada //Foto Eliexer Pelaez Pacheco

Para Enrique Labrada esta ciudad “significa todo, soy nativo en Manzanillo, hace 50 años vine al mundo y desde siempre he permanecido aquí, quisiera verla más bonita, más grande, y próspera. No concibo hacer mi vida en otro lugar, nunca he pensado en abandonarla, soy como la orquesta Original, clásico de aquí porque es mi raíz”.

Es Manzanillo una urbe que se distingue entre todas las de Cuba, una tierra donde siempre vuelven sus hijos a visitarla, amarla, quererla. Es como una madre que abraza a todos, y a aquellos que están lejos de ella siempre los espera, y les recibe con la bendición de su aire fresco lleno de cubanía e idiosincrasia. Es Manzanillo, sin lugar a dudas, una ciudad que siempre espera.