
La Habana, 16 jul (ACN) El embarazo en la adolescencia, tema que transversaliza a varios sectores de la sociedad, acaparó el interés de la Comisión de Atención a la Juventud, la Niñez y la Igualdad de Derechos de la mujer debido a la alta incidencia de ese fenómeno en el país, con una tendencia al crecimiento en los últimos tres años.
Los diputados en el Palacio de Convenciones de La Habana, y ante la presencia de Jorge Luis Perdomo Di-Lella, vice primer ministro de la República, conocieron que el 82 por ciento (%) de la fecundidad adolescente corresponde al grupo que oscila entre los 15 y los 19 años de edad, mientras que el 18 % restante recae en menores de 14.
Reinol García Moreiro, viceministro de Salud Pública calificó los datos de preocupantes, pues de los nacimientos gestados por madres por debajo de los 15 años van en aumento: en 2021 fueron 381, mientras que 397 y 419 son los números de 2022 y 2023, respectivamente. y se requieren acciones inmediatas para revertir la situación.
En esos resultados incide la brecha de género, pues existe desbalance entre el número de muchachas y muchachos que se convierten en padres en esa etapa de la vida: solo 14 varones ostentaron el año pasado esa condición, mientras que mujeres fueron 417, anotó García Moreiro.

El viceministro de Salud Pública identificó como causas del embarazo adolescente en el país las uniones de hecho entre adultos y menores de edad, vínculos con los que se naturaliza el fenómeno; las insuficientes acciones de educación integral de la sexualidad; la carencia de servicios de salud sexual y reproductiva solo para los integrantes de ese grupo etario, y la escasa divulgación de las normas jurídicas que catalogan a la situación como una violación de los derechos de los menores de edad.
García Moreiro especificó un conjunto de acciones que atañen a varios Organismos de la Administración Central del Estado y otras estructuras de Gobierno para prevenir la proliferación de la reproducción entre quienes transitan por la adolescencia.
Intervendrán los ministerios de Trabajo y Seguridad Social, Educación, Educación Superior, Salud Pública, Justicia, Cultura, Turismo, Industrias, del Interior, y otras organizaciones como la Unión de Jóvenes Comunistas, los Comités de Defensa de la Revolución, la Federación de Mujeres Cubanas y la Federación Estudiantil Universitaria.
Las medidas, con una perspectiva educativa, persiguen un mejor empleo del tiempo libre en edades tempranas, la información oportuna del tema en todas las plataformas, soportes y medios de comunicación que consume ese público, la atención priorizada a familias en situación de vulnerabilidad -sobre todo en comunidades rurales – donde conviven adolescentes, y el abordaje abierto de las temáticas asociadas a la sexualidad, indicó el viceministro.
Se deberá trabajar intensamente en la continuidad de estudios en la enseñanza secundaria y media superior, en dependencia de las capacidades de cada joven e insistir en la prevención de enfermedades de transmisión sexual y en el correcto empleo de los métodos anticonceptivos, dijo.
Desde las acciones jurídicas, convidó a profundizar en el contenido de la responsabilidad parental que refleja el Código de las Familias, para garantizar el desarrollo integral de los menores de edad, así como a establecer los protocolos de actuación ante denuncias de relaciones sexuales de personas mayores con niñas y adolescentes.
Todo ello requerirá de la capacitación y sensibilización de los actores sociales y gubernamentales involucrados.

Yamila González Ferrer, diputada por el municipio pinareño de Mantua, manifestó que el embarazo adolescente es una expresión de violencia de género hacia las niñas y las jóvenes, quienes deben estar amparadas por la legalidad.
Se necesita que la población conozca el fenómeno, cómo se comporta y qué hacer desde los ámbitos jurídico, educativo y comunitario al respecto, subrayó.
González Ferrer aludió al impacto de los fundamentalismos religiosos y mediaciones de diversas índoles en esa problemática, por lo que es imprescindible dialogar sobre el derecho de las niñas y adolescentes a decidir sobre sus cuerpos.
Mariela Castro Espín, diputada por el capitalino municipio Plaza de la Revolución, añadió que el fenómeno es multicausal y la ciencia ha demostrado que el cuerpo femenino en esa etapa aún no está preparado para la gestación.
Es preciso que los adolescentes tengan responsabilidad sexual ante la capacidad progresiva de reproducción, porque aunque físicamente posean las condiciones, no se encuentran listos para asumir la maternidad y la paternidad en sus proyectos de vida, remarcó.
Hay que transformar la cultura patriarcal heredada, más allá de las subjetividades, para interpretar la sexualidad como un proceso feliz sin fatales consecuencias, aseveró Castro Espín.
Hasta este martes serán las reuniones de las 11 Comisiones Permanentes de Trabajo de la ANPP, como antesala del Tercer Período Ordinario de Sesiones de la X Legislatura del órgano supremo del poder del Estado.