Mirian Sánchez, vocación que salva

La vocación de la doctora Mirian Sánchez Rosabal le hizo merecer el sello Mérito al humanismo, sensibilidad y solidaridad // Foto Denia Fleitas Rosales

Para saldar la deuda cubana con la humanidad, como pautó el Comandante en Jefe Fidel Castro, desde esta tierra “practicamos nuestra solidaridad con hechos y no con bellas palabras”, lo recuerda una de las profesionales manzanilleras del sector sanitario que consagra su vida a la más humanitaria de las profesiones.

“La carrera de Medicina es una de las que aporta más experiencias valiosas al ser humano, pues crecen mucho valores como el sentido de pertenencia, responsabilidad y la entrega a la labor que se hace cuando es por vocación”, insiste la doctora Mirian Sánchez Rosabal, médico asistencial de la institución geriátrica Hogar de Ancianos Padre Acevedo de Manzanillo.

Con una larga trayectoria que en 25 años en pos de la vida incluye el paso por disímiles órdenes de servicio, esta mujer lleva la huella del internacionalismo tras sembrar sonrisas en los habitantes de la República Bolivariana de Venezuela hace una década.

La atención a los abuelos del Hogar de ancianos Padre Acevedo de Manzanillo es la misión de hoy // Foto Cortesía de la entrevistada

“En Monagas, en la especialidad de fisiatría de la cual tengo un diplomado, tuve oportunidades que son de relevancia en la formación y determinación como galeno; y lo digo porque el médico no termina de formarse nunca, todavía concluye su actividad como médico con la muerte y no ha terminado de aprender.

“Allí impartí docencia al quinto año de Medicina, totalmente diferente a la de nuestro país pues precisa de mayor formación de valores; y eso engrandece la labor nuestra y nos hace crecer como seres humanos y profesionales.

“Entre las tantas experiencias, una de las cosas que más nos marcó es el reconocimiento del pueblo venezolano a toda la ayuda que recibía del cubano, especialmente a la atención médica.

“Tuve muchas madres que agradecían la rehabilitación de sus hijos enfatizando que sin nuestra presencia no hubiera sido posible porque no podían pagar el costo de este servicio, algo tan distante a la realidad cubana.

“Esa luz que les llegaba con la misión nuestra, acrecentaba su esperanza y les hacía sentirse cada vez más cerca de Cuba”.

Mirian Sánchez asegura que de volver a nacer sería médico // Foto Denia Fleitas Rosales

A 25 años de concretar el sueño de ser médico, preserva en sí la razón altamente sensible y humanista que entraña su vocación, tanto que al contarlo destellan sus ojos, como cuando se desdobla en profesionalidad y sensibilidad al atender a los abuelos del Hogar.

“Según lo vivido nos damos cuenta que los cubanos hacemos un trabajo que tal vez no haya en el mundo entero otro galeno que lo pueda realizar: vemos a los rostros de aquellas personas necesitadas y pueden intercambiar con un médico como con un igual, no se les mira por encima de los hombros, se les brinda el apoyo emocional que necesitan sin que medie una consulta o un pago.

“Salir fuera del país y representar todo aquello que el mundo identifica como el ser cubano es más que un reto, más que una responsabilidad; es una huella permanente que trasciende los sentimientos y la voluntad que tuviste de hacerlo, es la convicción de representar bien a Cuba y mostrar todo lo bueno que hace el cubano, quienes jamás damos lo que nos sobra sino que compartimos lo que tenemos, y siempre vamos a tener esta actitud altruista que es el legado más importante que nos dio el Comandante en Jefe.

Sanar y salvar es una vocación// Foto Cortesía de la entrevistada
El altruismo es el legado del Comandante en Jefe Fidel Castro afirma la especialista en Medicina General Integral// Foto Cortesía de la entrevistada

“Fidel siempre habló de su ejército y jamás le podemos fallar, somos un ejército uniformado que hace temblar al mundo. Tal vez quienes no están a favor de nuestro proceso social nos ven como quienes dignificamos a la patria, y con sus criterios y tomarse el trabajo de tratar de denigrar nuestra labor, demuestran que sí les preocupa nuestro ejército.

“Mientras que para las personas que vamos a ayudar somos esperanza, aquello que necesitan, y hacia ahí va nuestro trabajo, porque para todo ser humano existen las necesidades, voluntades y aspiraciones, pero para un médico y cubano esa entrega solidaria es mucho más”.

La también especialista de primer grado en Medicina General Integral está próxima a las dos decadas de servicio en el Hogar de ancianos de esta ciudad, el cual dirigió por siete años, es ese su mejor espacio, donde invoca a la vida.

“El atender al adulto mayor es lo que más me ha permitido crecer, porque lleva tanta entrega, humanismo, buscar cómo intercambiar con ellos e irse a su medio para hacer una labor digna.

“Es difícil utilizar palabras de grandeza cuando se refiere a la labor que uno realiza, porque no se hace con otro objetivo que el de finalizar una tarea y decirnos a nosotros mismos ¡sané, salvé, labor cumplida!

“El Comandante puede sentirse orgulloso de su ejército de batas blancas, donde hombres y mujeres, jóvenes y experimentados, cubanos todos, cumplimos la misión de ser heraldos de la vida”.