Netanyahu, Trump y Bolsonaro: nuevo capítulo de la novela ‘Jerusalén’

Por Nicholas Valdes *

El Cairo, (Prensa Latina) El Monitor Euro-Mediterráneo de Derechos Humanos (Euro-Med) publicó a inicios de este abril, un informe que documenta las violaciones israelíes a la población palestina en la ocupada Jerusalén durante febrero.

 

El documento revela que entre las prácticas israelíes contra la población palestina sobresalió la prohibición de entrada al complejo de la mezquita de Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado del Islam, ubicado en la ciudad vieja de Jerusalén.

No obstante, también se reportaron arrestos domiciliarios, prohibición del derecho al culto, demolición de hogares, cancelación de eventos bajo diversos pretextos, redadas nocturnas en hogares y encierros sin garantías penales, entre otras prácticas.

Estas acciones israelíes en Jerusalén violan los derechos de la población palestina a vivir con dignidad, además de transgredir sus derechos civiles, políticos y religiosos, sin contar la contravención de las leyes internacionales que prohíben tales prácticas, señaló Euro-Med.

Y es que en los últimos meses, a raíz de que la administración estadounidense de Donald Trump reconociera a Jerusalén como capital de Israel en diciembre de 2018, Tel Aviv ha incrementado sus acciones para que otros países sigan los pasos de Washington.

Una mayor represión al pueblo palestino, unido a un mayor reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por parte de la comunidad internacional, cambiaría finalmente el status quo de la denominada Ciudad Santa, a lo cual se ha opuesto en reiteradas ocasiones la Autoridad Palestina.

El 31 de marzo el Ministerio palestino de Relaciones Exteriores y Expatriados condenó, en los términos más enérgicos, la posición de la Cancillería de Brasil, que ha sido el más reciente país en realizar declaraciones oficiales sobre la apertura de una oficina comercial con estatus diplomático en la ocupada Jerusalén.

Asimismo consideró esta posición como una flagrante violación de la legitimidad internacional y una agresión directa contra el pueblo palestino y sus derechos.

Calificó la acción como una aprobación a las presiones estadounidenses e israelíes destinadas a perpetuar las actividades de ocupación y asentamiento, la judaización y la anexión de Jerusalén ocupada, así como la imposición enérgica de la ley israelí sobre ella.

Igualmente reafirmó que Jerusalén es una parte integral de los territorios palestinos ocupados en 1967 y que las decisiones tomadas por la Casa Blanca y Tel Aviv no le darán a la ocupación el derecho sobre Jerusalén Este y sus alrededores.

Aun así, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cumplimentó a inicios de abril una visita oficial de cuatro días a Israel, que incluyó un extenso recorrido a la ciudad de Jerusalén, en compañía del primer ministro Benjamín Netanyahu.

El jefe de Estado brasileño visitó el Museo del Holocausto en Jerusalén, donde encabezó una ceremonia en memoria de los seis millones de judíos exterminados por el nazismo.

También participó con Netanyahu en el foro Misión Comercial Brasil-Israel y ambos visitaron la Exposición de Innovación Israelí, donde el gobernante sudamericano aseguró que la próxima apertura de una representación de negocios en la Ciudad Santa reforzará las relaciones entre Brasilia y Tel Aviv.

Además, se convirtió en el primer presidente del mundo en visitar junto a un primer ministro israelí el Muro de los Lamentos, algo que los dignatarios no suelen hacer por encontrarse en territorio palestino ocupado.

La visita de Bolsonaro a la zona ocupada de la urbe con status especial levantó las críticas de la Organización para Liberación de Palestina (OLP).

Por su parte, el líder de la oposición en el Senado de Brasil, Randolfe Rodrigues, rechazó la agenda de Bolsonaro en Israel y dijo que no representa la conciencia del pueblo brasileño.

Las declaraciones de Rodrigues se produjeron durante una visita a la embajada palestina en Brasil, donde se reunió con el representante de la Autoridad Palestina, Ibrahim al-Zaben.

El senador brasileño señaló que su visita a esa sede diplomática es un mensaje de solidaridad del pueblo brasileño, que reafirma la unión de su bloque parlamentario con el pueblo palestino.

Todo este rejuego político tiene lugar pocas horas antes de las elecciones parlamentarias en Israel el 9 de abril, cuando los ciudadanos concurrirán a las urnas para elegir a los 120 miembros del Kneset (Parlamento), del cual surgirá el primer ministro.

Esos comicios estaban previstos para noviembre próximo pero Netanyahu decidió adelantarlas con la perspectiva de obtener su reelección con clara mayoría.

Sin embargo, un sondeo de los rotativos Jerusalem Post y Maariv le conceden a la coalición Azul y Blanco -del exjefe de las Fuerzas Armadas Benny Gantz- 28 asientos, frente a 27 del gobernante partido Likud de Netanyahu.

De todas formas existe la posibilidad de que la amplia coalición religiosa de extrema derecha derrote al bloque de centroizquierda por ocho votos.

Los comicios en Israel definirán las políticas interna y exterior del Estado hebreo, donde la coalición de centroizquierda de Gantz pregona la paz con los palestinos, mientras que el triunfo de Netanyahu consolidaría el sionismo y su proyección internacional a través de su alianza con Trump y Bolsonaro.

Con todos estos elementos, el grupo de derechos humanos Euro-Med llamó a la comunidad internacional a asumir sus responsabilidades respecto a Jerusalén y su población palestina, la cual necesita protección como residentes de una zona ocupada en virtud de las resoluciones del Consejo de Seguridad y la Asamblea General de Naciones Unidas.

Euro-Med también pidió medidas inmediatas para proteger el estado legal de la Ciudad Santa y que se consideren las prácticas y procedimientos israelíes como arbitrarios y nulos.

Habrá que esperar entonces y observar lo que sucede en el próximo capítulo de esta triste novela denominada ‘Jerusalén’, la cual lleva escribiéndose con sangre palestina desde hace más de cincuenta años.

arb/nvo

*Corresponsal de Prensa Latina en Egipto.