Manzanillo. Enero 16.- Decía el Apóstol cubano: «Benditas sean las manos que rectifican estas equivocaciones, y endulzan estos errores sombríos de la ciega madre creación”, frase que estuvo hoy vigente en el homenaje que los niños de la escuela especial Ricardo Rodríguez Morales, de esta costera ciudad, dedicaran a Martí por el aniversario 167 de su natalicio.
En los alrededores del parque Céspedes, frente a la principal galería de arte de la urbe, los pequeños ocuparon el espacio, para junto a los profesionales que los ayudan a superar las necesidades educativas especiales, demostrar el profundo respeto y la admiración por el hombre de La Edad de Oro.
De este libro, que el intelectual dedicara a los infantes de Latinoamérica, los educandos tomaron algunos fragmentos que regalaron al público, y hasta se vistieron de varios personajes que aparecen en los cuentos, poemas y relatos de la obra.
Así vimos a Pilar con todos los protagonistas de la poesía Los zapaticos de rosa, a Meñique, y a la bailarina española, fruto también de la inspiración literaria de Martí, desfilar por el improvisado escenario escogido para el tributo al más universal de los cubanos.
La oportunidad fue ideal para que la pequeña Isabela Melinda Blanco Volta, del segundo grado de esta escuela leyera unas palabras de rechazo a los hechos vandálicos ocurridos en La Habana donde se profanaron algunos bustos e imágenes del Maestro.
“Hoy, los pioneros de esta escuela especial reiteramos nuestro compromiso con la Revolución cubana y desde nuestras trincheras: las aulas, nos comprometemos a estudiar y ser mejores estudiantes para seguir fielmente el ejemplo de nuestro Héroe Nacional José Martí y nuestro comandante Fidel Castro”, dijo la pionera.
Actividades similares a esta tienen lugar en Manzanillo todos los días hasta el 28 de enero, como parte de la jornada martiana que festeja la fecha el nacimiento del Apóstol, y también por los actos de desagravio a su memoria repudiando las acciones de quienes intentaron mancillar el honor de su gran pensamiento y obra.
Fotos Eliexer Pelaez Pacheco
