Para conquistar el mundo con amor

Foto: Lilian Salvat
Foto: Lilian Salvat

Manzanillo. Septiembre 26.-Solo el amor engendra la maravilla, sentenció José Martí, y bajo ese sentir laboran los trabajadores de la escuela especial José Martí Heredia de este territorio, con el objetivo de formar en sus educandos habilidades que les permitan desarrollar una vida futura normal.

Estudiantes desde primero y hasta el sexto grado aprenden además de los contenidos propios del grado, un oficio que les permita generar ingresos y un empleo posteriormente.

Francisca Cedeño Lastres, directora del centro explica que «todo el personal de la institución se inserta en el desarrollo de las actividades, tres maestros les imparten los contenidos en los talleres docentes, con el ánimo de preparar a los niños para la nueva sociedad, para inculcarles el amor a ese tipo de trabajo que es donde ellos se van a desarrollar».

Francisca Cedeño Lastres, directora de la escuela especial José Martí Heredia


Talleres docentes que se distribuyen en educación doméstica, peluquería – barbería, artesanía, «y en estos momentos estamos trabajando también la parte de las parcelas para que conozca cómo se siembra, cómo se trabaja y qué productos podemos obtener de eso que sembramos».

Para ampliar esos saberes y el espectro educativo de esta institución, la Asociación Cubana de Personas con Discapacidad Físico – Motora (ACLIFIM) en la urbe se une a este sentir de enseñar y ser útil en la sociedad.

Ramón Abreu Rodríguez, vicepresidente de educación y cultura de la ACLIFIM aquí comenta, «nosotros buscamos fundamentalmente en este tipo de trabajo con las escuelas especiales, insertarnos en este proyecto internacional de ayuda humanitaria que nos ha nutrido de muchos equipos para el desarrollo de nuestro trabajo».

Estos centros de la educación especial en nuestro territorio, fueron beneficiados con una donación de la organización internacional Humanity & Inclusion (HI), dedicada a la ayuda de personas en situación de discapacidad y las poblaciones vulnerables, con el objetivo de mejorar sus condiciones de vida.

La ACLIFIM de Manzanillo involucra a 15 compañeros en el Té de María, un proyecto que «vamos ir incorporado no solo en esta escuela, sino en todas las especiales del municipio; ya estamos coordinando con la dirección de educación en el territorio, para hacer este mismo trabajo en todas las escuelas aquí «.

«Pensamos hacer un ciclo de encuentros, con frecuencia de todos los jueves en esta misma escuela, para intercambiar con ellos que tienen varios trabajos manuales; nosotros reciclamos, todos estos trabajos están hechos con nuestras manos y mayormente con productos reciclados».

Ramón Abreu Rodríguez, vicepresidente de educación y cultura de la ACLIFIM // Foto: Marlene Herrera

Esta fusión enseñanza especial – ACLIFIM, va más allá del trabajo con personas discapacitadas, otras se suman además a este proyecto de esperanza.

«Nuestros alumnos son capaces de hacer todo lo que le enseñamos, no porque tienen una discapacidad intelectual, tienen una limitación para desarrollar sus potencialidades», concluye orgullosa Francisca.

Con amor se puede conquistar el mundo, el límite lo pone cada quien; dar riendas sueltas a la imaginación y el conocimiento, forja la espada del mañana. Estos pequeños hoy se nutren de lo que en cada clase taller les enseñan, los asociados a la ACLIFIM aprovechan las posibilidades y entre los dos forman al hombre del mañana.

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