Manzanillo. Septiembre 22.- El centro histórico de la ciudad de Manzanillo no sólo es rico en cuanto a su arquitectura, premiada por la variedad de estilos en las edificaciones que lo rodea, ni por la majestuosa glorieta morisca que se erige como un hermoso regalo en el mismo corazón del parque Céspedes, sino también por todos los restaurantes que pueden visitar la familia manzanillera y foráneos de paso por la urbe.
Uno de ellos es el Yang Zet donde se buscan diferentes alternativas para enriquecer las ofertas a favor del bienestar y la satisfacción de sus clientes. Aunque es un sitio especializado en comidas chinas, en la actualidad esta función no ha sido posible mantener por la falta de algunos recursos necesarios que permiten brindar las variedades de la cocina oriental. Esto no es obstáculo para que sus servicios continúen con otras propuestas salidas del ingenio de los trabajadores motivados por la resolución 99 que implementa la gastronomía local.
Esta unidad hoy funciona con nuevas estrategias para el placer de los comensales aún en condiciones como la que enfrentamos en la actualidad debido a la situación epidemiológica que tiene el país. Este restaurante mantuvo un excelente trabajo en la etapa más difícil del combate a la COVID-19 y hoy atiende sin problemas a los visitantes.
Jorge Luis Hernández Polo, administrador del centro afirmó que «a raíz del combate al nuevo coronavirus nuestro restaurante ha tenido dos etapas, una primera en que sólo ofertamos comida para llevar, donde proponíamos platos asequibles a la población. En aquellos momentos brindábamos croquetas fritas, potajes, sopas, fritas bayamesas, entre otras opciones».
En esa oportunidad este sitio no sólo brindó sus alimentos listos para llevar a casa, también acercaron los servicios al barrio trasladando sus comidas a las comunidades manzanilleras para estar más cerca del pueblo en un momento donde el llamado era a cumplir estrictamente el aislamiento social.
«Sí, tuvimos esta iniciativa apoyada por la dirección del gobierno local que nos posibilitó una moto para llevar a las viviendas de nuestros clientes los pedidos que realizaban a nuestra unidad por vía telefónica», explicó Hernández Polo.
Ahora los hombres y mujeres que laboran en este centro cumplen con la estrategia implementada en la segunda etapa que enfrentan por la COVID-19.
«En estos momentos trabajamos dentro del restaurante con la reducción al 50 por ciento de nuestra capacidad, manteniendo el distanciamiento social. Pero no sólo tenemos este servicio, luego de las 11 de la mañana sostenemos la posibilidad de brindar comidas listas para llevar a quienes prefieran comerse en casa lo que elaboramos. Una opción que ha sido bien acogida por la multiplicidad de las ofertas y los precios módicos para que sean accesibles a la población».
«Esto es independiente a nuestro servicio dentro de la propia unidad que a través de la resolución 99, implementada para bien, brindamos otras variedades de platos que nos ayuda mantener nuestras puertas abiertas a la población», agregó el administrador de la unidad.
Teniendo siempre presente la satisfacción al pueblo los trabajadores del Yang Tze defienden un compromiso permanente. «Continuar con los servicios durante toda esta etapa, velar por el cumplimiento de las medidas higiénico sanitarias para evitar posibles contagios, y lograr que la población que nos visite se sienta complacida», afirmó Jorge Luis.
El Yang Tze está abierto todos los días y comieza a las siete y hasta las nueve de la mañana con el servicio del desayuno. A partir de las 12 del mediodía inicia el almuerzo y continúa de manera ininterrumpida sin cerrar hasta las 9:40 de la noche. A este horario se incluye además el servicio para llevar a partir de las 11 de la mañana.
Esta unidad ya tiene algunos clientes más asiduos como las manzanilleras Marian Rodríguez y Quinara Araujo. Ellas brindan sus opiniones sobre la calidad de la atención en este sitio. «Me gusta el confort de la unidad, la atención que tienen con nosotros, la comida la encuentro muy bien elaborada y se pasa un momento muy agradable aquí», dijo Marian.
«Disfruté de la comida porque está muy bien elaborada, tienen una atención rápida lo cuál se lo aplaudo para que no haya tantas personas esperando por el servicio, y me sentí muy bien aquí. Quisiera enviarles como mensaje que continúen con el esfuerzo de querer satisfacer al pueblo, que no pierdan la calidad para sigan ganado en aceptación por la esmerada atención que han brindado hasta ahora», expresó Quinara.