Para garantizar el futuro desde nuestros círculos infantiles (+Fotos y Audio)

En nuestros círculos infantiles se cultivan valores en los niños como la laboriosidad  /Foto Eliexer Pelaez Pacheco
En nuestros círculos infantiles se cultivan valores en los niños como la laboriosidad /Foto Eliexer Pelaez Pacheco

Los pequeños matriculados en nuestros círculos infantiles, centros creados por la Revolución cubana para el cuidado y la enseñanza de los hijos de madres trabajadoras, no sólo se cultivan en el maravilloso mundo del saber que poco a poco van descubriendo en cada una de actividades lúdicas, también se fortalecen en ellos los valores que deben ser aprehendidos desde el hogar, como la laboriosidad.

Desde los primeros años de vida estos infantes comienzan a realizar actividades donde aprenden la importancia de ser laboriosos. Comparten tareas, practican acciones en dependencia de su edad en atender los jardines y canteros de los huertos de sus centros, y hasta ayudan a sus compañeros en el comedor, así van creciendo en medio de este y muchos valores.

El Círculo Infantil Bartolo Soto de nuestra ciudad, enclavado en la avenida Bartolomé Masó, conocida como avenida malecón, es un ejemplo de lo que se logra con nuestros pequeños. En este lugar los 191 infantes se distribuyen en ocho salones para los diferentes años de vida, incluyendo uno especial, y son atendidos por 55 trabajadores, de ellos 40 docentes y 15 del personal de servicio.

Ana Hechavarría es educadora del segundo año de vida en este centro, tiene 26 años de experiencia en su labor y comenta que «nosotros trabajamos el valor de la laboriosidad con los pequeños a partir de que logramos que ellos realicen encomiendas y tareas sencillas, como por ejemplo en el comedor a ayudar a sus compañeros, incluso siendo solidarios cuando se le cae algún objeto, en el jardín recogen las hojas secas, riegan las plantas, entre otras acciones que se fortalecen a través del juego.

Ana Hechavarría //Foto Eliexer Pelaez Pacheco


También se trabaja con la familia para la continuidad de estas actividades en el hogar, porque en lo general en las casas son sobreprotectores. Cultivar en nuestros infantes la laboriosidad es muy importante ya que preparamos su futuro, porque si desde ahora que estamos sembrando esa semilla no trabajamos ese valor, cuando sean adolescentes y jóvenes no le tendrán amor al trabajo», destacó esta educadora.

La familia es parte esencial en este proceso por eso ella también agradece lo que sus pequeños aprenden en este círculo infantil. Así lo manifiesta Kirenia Rodríguez Leyva, abuela de un pequeñito del segundo año de vida, Abraham García Atencio al confesar que «desde que él matriculó en este círculo infantil es un niño más independiente, ayuda a vestirse en la casa , se alimenta solo, trata de ayudar en tareas que están al alcance de su edad, porque aquí lo enseñan. Para mí es una bendición que haya aprendido todo esto, en verdad él es más laborioso en el hogar».

Kirenia Rodríguez Leyva //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
Yodaxi Miranda Álvarez //Foto Eliexer Pelaez Pacheco

Otra abuela Yodaxi Miranda Álvarez igual elogia el avance de su nieta Yelenis del Valle Montero, también del segundo año de vida. «Como abuela le agradezco a la institución porque ya la niña tiene dos años edad y ha logrado una independencia increíble, vemos como ahora le tiene amor al cuidado de las plantas, a los animales, poniéndolo en práctica en el hogar pues ayuda a los integrantes de la familia en algunas labores adecuadas a su edad.

Recoge sus juguetes, sus zapatos, sus medias, se quita ella misma sus prendas de vestir y las coloca donde van, en el horario del baño se quiere bañar sola, cuando su mamá y yo lavamos las ropas a la hora de recogerlas secas ella pide que la dejen ayudar, las pone en su lugar, interviene en el proceso del doblado de las mismas y nos auxilia en colocarlas donde van. Les agradezco a todos estos avances y en especial a las educadoras de este círculo, son maravillosas».

Elizabeth Rojas Olivet, directora de la institución dijo que «el resultado de nuestras educadoras en cuanto al cultivo del valor de la laboriosidad en los pequeños es bastante bueno. Ellas se rigen por un programa de educación preescolar en los distintos años de vida donde aparecen los logros y objetivos que deben vencer los niños según la edad, y cada una de ellas tienen el conocimiento de lo que deben lograr los niños según su año de vida con respecto a la laboriosidad.

La familia agradece nuestras enseñanzas ya que en la medida que se van inculcando esas cualidades en los niños, sobre todo la laboriosidad, ellos lo manifiestan en las viviendas, aprenden a ser más independientes, ayudan a los integrantes de los hogares cuanto han aprendido en el centro como, recoger sus juguetes y colocarlos en su lugar, y muchos quieren ayudar en las labores del hogar.

Para lograr nuestros éxitos nuestro acompañamiento como miembros del consejo de dirección hacia las educadoras lo hacemos a través de preparación metodológica y talleres en cuanto a este tema de la laboriosidad. Además nos regimos por un programa de formación laboral donde cada grupo tiene definido qué día debe ir al huerto, a los jardines, al lugar de la naturaleza, y todos los días de la semana cada grupo asiste con un pequeño conjunto para realizar estas labores», destacó Rojas Olivet.

Elizabeth Rojas Olivet//Foto Eliexer Pelaez Pacheco
Dévora Yero Tamayo //Foto Eliexer Pelaez Pacheco

Débora Yero Tamayo, administradora de la entidad comparte que para mantener la calidad de los servicios aquí y poder seguir cultivando los valores como la laboriosidad en los pequeños, actualmente se insiste en el cumplimiento de las medidas higiénico sanitarias establecidas por la COVID-19, y lo ensencial se le enseña a los niños.

«Se trabaja en el lavado de las manos de los infantes y los trabajadores, el uso permanente de la mascarilla, se trabaja en cuanto al distanciamiento, así como en la higienización diaria de los juguetes y estantes», dijo la administradora.

Visitar uno de estos lugares es llenarse de energía, es maravilloso ver a los pequeños crecer en valores como este, en grupo se ayudan a realizar las tareas, a través del juego ellos van cultivándose, y sin lugar a dudas cuando crezcan serán hombres y mujeres de bien capaces de ser laboriosos en cada empeño que se propongan.

Por eso concluyo este reportaje con un fragmento de una de las poesías escrita por Mayra Tamayo, una de las ayudantes de la cocina de este círculo.
«La Revolución ha creado una enseñanza feliz
de círculos infantiles que ha triunfado en mi país (…)
Con mucha dedicación se les enseña a querer
se le da la educación que el niño debe saber (…)»

Mayra al inspirarse en este logro de nuestro país escribió el poema dedicado a los círculos infantiles, que puede escuchar en el siguiente audio donde se destaca el valor de esta obra de infinito amor.

Mayra Tamayo //Foto Eliexer Pelaez Pacheco



Fotos: Eliexer Pelaez Pacheco

Aquí se les enseña el valor de la laboriosidad
Las educadoras preparan a estos niños en valores
A través del juego se preparan los niños para el futuro
Los niños disfrutan estas actividades
Los infantes aprenden con sus educadoras
Así se preparan para el futuro
Los pequeños aprenden a ser más laboriosos
En el juego aprenden a poner en práctica la laboriosidad
Con estas acciones se preparan para ser hombres y mujeres de bien para el mañana
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