Manzanillo. Noviembre 6.- Paulina es una incansable mujer de 74 años que desde hace varias décadas ha logrado producir alimentos en su patio para el beneficio familiar, de sus vecinos y amigos.
La edad no ha sido un impedimento para poder incrementar las producciones que ella logra con dedicación, entrega y amor.
Primero el patio de la vivienda lo cultivó su esposo, hoy afectado por una salud deteriorada, por lo que ella tuvo que asumir la atención de sus crías y cultivos.
“Una día Rosa María y Josué, destacados productores de la agricultura urbana y suburbana del municipio, me invitaron a su domicilio y vi todo lo que habían hecho, eso me motivó para sumarme a este programa e incrementar lo que había echo mi esposo para nuestro beneficio.
Aquí he logrado cosechas de plátanos, ciruela, aguacates, cerezas, ciruela china, limón y hasta caña de azúcar. También plantas ornamentales y medicinales, y con todas converso a diario porque me gusta verlas alegres y muy verdes”.
Paulina ha aprendido mucho en la inserción de esta tarea, y hasta ya sabe aprovechar los desechos de sus plantas para lograr el compost con que abona sus cosechas.
“Antes botaba todas las hojas al barrer, pero Josué y Rosita me sugirieron que no lo hiciera más porque degradaba al suelo del patio. Entonces me orientaron cómo preparar un pequeño espacio para acomodar las hojas y que debía echarle uno o dos cubos de agua para lograr el abono natural que se obtiene de este proceso, que es lo que echo a las plantas”.
En el patio de Paulina no sólo progresan los cultivos que esta mujer ha logrado, también crecen muy sanos algunos animales, como aves de corral, y todos tienen un nombre con los cuáles ella se comunica con ellos.
“Tengo patos, gallinas, gallos, y ya se incrementó la crianza con los nuevos pollitos que nacieron. Además dos cerditos que se llaman Pancha y Pancho, al igual que los patos, a todos los quiero y cuido mucho”.
Para esta fémina cultivar los patios tiene gran importancia porque no sólo ayuda a la alimentación propia del hogar, sino también le sirve para brindar su solidaridad con sus vecinos.
“Cuando yo obtengo uno o dos racimos de plátanos lo comparto con los habitantes de mi barrio. Esto no es para mí sola, es para mi familia y amistades.
Incluso tengo una experiencia ahora mismo, lo que yo produzco aquí me permite ayudar a la alimentación de un vecino que está muy enfermo y sólo puede comer mogos de plátanos y siempre le brindo los que necesita, y eso me da una satisfacción inmensa el poder ayudar a quien lo necesite”.
Esta inquieta mujer encuentra oportunidad para enviar un mensaje a los manzanilleros desde su experiencia. “Que si tienen un pedacito de tierra que lo siembren, y las nuevas generaciones se deben sumar también. A los padres les digo que deben motivar igual a los niños, porque serán de una buena ayuda y se divierten en esta tarea”.
Pero Paulina no se detiene, ahora recolecta vacijas que son desechadas en los hogares para sembrar alimentos también en el techo de su vivienda, donde aprovechará la placa de la cubierta en tales propósitos.
“Pienso cosechar ají, otras especias, vegetales, uvas y alguna otra planta que aporte alimentos”, concluyó esta dinámica manzanillera que se llena de orgullo cuando habla de su patio.
