El presidente argentino, Javier Milei, ha generado críticas tras expresar comentarios insensibles sobre la situación de los comedores en el país, informa el canal C5N.
«Si la gente no llegara a fin de mes, se estaría muriendo en la calle, y eso es falso», manifestó el mandatario este sábado. En respuesta, la titular del comedor San Cayetano, Irma Pedrozo, denunció este domingo la falta de ayuda y recursos para atender a las personas necesitadas, resaltando la creciente demanda de alimentos. «Nosotros no llegamos a la mitad del mes», denunció.
«Lo de Milei da impotencia. Es una persona que no tiene corazón, no tiene sentimientos. Lo primero que hizo fue ir a llorar al Muro de los Lamentos, que es lo que él quería hacer. Ahora, se volvió cantante, tiene un libro. ¿Y nosotros qué? ¿De dónde sale toda esa plata que él está gastando? Ya se aumentó el sueldo dos veces», expresó.
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«Ahora no sale a repartir el sueldo como lo hizo en campaña. Es una vergüenza que este presidente diga que nos podemos estar muriendo porque él no nos da de comer. Estos galpones que están llenos [de comida] y guardados, ni siquiera los compraron ellos, eran del presidente anterior», agregó. Además, cuestionó la gestión del Gobierno en la distribución de alimentos retenidos y manifestó la necesidad de mayor compromiso para abordar la crisis alimentaria en el país.
El escándalo del Ministerio de Capital Humano continúa creciendo porque retiene más de 5 millones de kilos de alimentos destinados a comedores. La Asociación Civil El Amanecer de los Cartoneros solicitó inspeccionar los galpones donde se encuentran los víveres, ampliando la denuncia contra la ministra Sandra Pettovello por abuso y mal desempeño de la función pública. Por su parte, el Gobierno afirma que estos productos están bloqueados debido a las irregularidades encontradas en los comedores.
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), y obispo de San Isidro, Oscar Ojea, le reclamó al Gobierno que reparta «rápidamente» los 5 millones de alimentos guardados por el ministerio, recoge Todo Noticias. «Una vieja tradición cristiana, mi abuela materna me decía que cuando tirara un poquito de pan besara el pan y pensara que ese pan que yo pude comer y que no voy a comer hay otro que realmente lo necesita», expresó.
«Esto es lo que realmente nos preocupa, que se vaya perdiendo esta sensibilidad frente a un derecho que es primario, como es el derecho al alimento. Dios quiera que rápidamente los hermanos con tantísimas necesidades puedan alcanzar su alimento diario», concluyó.