Pinar del Río «evacúa» parte de su tabaco hacia otras provincias del país

Foto: Periódico Guerrillero

Pinar del Río.-Con el propósito de poner a salvo miles de toneladas de tabaco que se hallan en instalaciones de esta provincia destruidas por el huracán Ian, fuerzas especializadas llevan a cabo su traslado hacia otros territorios del país.

Por carretera y por tren, un intenso movimiento busca evitar males mayores en una producción altamente valiosa para la economía cubana.

Emilio Triana, director de la Empresa de Transporte Agropecuario de Vueltabajo, explica que antes de que el devastador fenómeno meteorológico provocara enormes estragos en la infraestructura tabacalera, ya se había decidido el envío de unas 2 000 toneladas (t) de la hoja hacia las provincias centrales, para agilizar el proceso de beneficio.

Pero el paso de Ian ha obligado a emprender esta tarea con la mayor urgencia y a incrementar significativamente los volúmenes a mover.

Solo en el municipio de San Juan y Martínez, se prevé el traslado de más de 2 900 t hacia Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara y Sancti Spíritus.

En tanto, quedarán en ese territorio unas 1 600 t, para beneficiar en las escogidas que se han podido recuperar.

El director de la Empresa de Transporte Agropecuario afirma que la estrategia trazada implica el envío de dos trenes semanales y el empleo de unos 115 medios de su entidad, entre camiones y rastras, para el acopio en los territorios y el tiro por carretera.

Teniendo en cuenta las grandes cantidades a trasladar, el funcionario añade que se ha necesitado el apoyo de otras empresas del sistema de la agricultura, y que unido a esto, el Consejo de Defensa Provincial ha estado aprovechando el transporte que arriba con recursos al territorio, para enviarlo de vuelta cargado de tabaco.

A la llegada del huracán, en Pinar del Río existían más de 33 000 toneladas de las últimas dos cosechas, de las cuales se humedecieron unas 14 000, porque las instalaciones donde se encontraban no resistieron.

De ahí la premura para «evacuar» una parte de ellas. «Ese tabaco está a la intemperie, debajo de mantas que ahora comienzan a sufrir los efectos del calor, la humedad relativa y la plaga, que empieza a atacarlo y en esas condiciones no se puede fumigar», detalla Triana.

A la par de esta importante tarea, advierte que su entidad también tiene el reto de mover la madera necesaria para volver a levantar las 6 200 casas de cura natural que se emplearán en la campaña tabacalera.

Ello implica el tiro de más de 1,2 millones de piezas en un plazo de 90 días.

Se trata de un desafío gigantesco que solo para esta labor, entre los meses de noviembre y enero, requerirá el apoyo de unos 40 camiones diarios, a parte de los de la Empresa de Transporte Agropecuario.