Manzanillo. Mayo 25.- En estos tiempos que asumimos una lucha constante contra un enemigo invisible pero latente, el nuevo coronavirus Sars-Cov-2, el agua ha sido un elemento esencial para cuidar por la salud de todos.
Por eso los trabajadores de la empresa de Acueducto y Alcantarillado en Manzanillo no han cejado un momento para mantenerse en pie de combate ante cualquier imprevisto, así como para garantizar la calidad de vida de los manzanilleros.
Con el empeño de resolver viejos reclamos, arreglar salideros y suprimir roturas en las conductoras principales del vital líquido en la ciudad, con herramientas y equipos en manos, así como una prenda esencial en estos tiempos como el nasobuco y otros medios de protección, salen los obreros de esta entidad todos los días a sus labores.
Por fin agua en Las Tapias
En busca de algunas de estas soluciones en medio de tantas carencias y dificultades económicas que enfrenta nuestro país, llegamos hasta la comunidad Las Tapias, una zona rural netamente agrícola distante a cinco kilómetros de la ciudad, pues los pobladores allí vieron la respuesta a uno de sus reclamos mantenidos por más de dos décadas.
En el pozo número uno de la estación de bombeo de esta comunidad se le instaló un nuevo aditamiento que permite que ahora los habitantes y campesinos de este barrio disfruten del tan anhelado servicio.
«Aquí se hizo la rehabilitación de este pozo para que un grupo de viviendas que permanecían sin el servicio del agua, y a través de la gestión del acueducto de la ciudad logramos instalar el servicio a estos hogares beneficiándose varias familias, donde conviven unos 50 habitantes de esta comunidad, que a partir de ahora tendrán agua segura», dijo Víctor Bazán Gutiérrez director del acueducto local.
«Nos queda pendiente la instalación del equipo del tratamiento que se realizará en las próximas horas para que esta población se sirva de este líquido seguro. Los trabajos lo hicieron los miembros de la brigada de redes de acueducto integrada por cinco compañeros que se encargan de estas labores y de la supresión de los salideros».
En sólo 48 horas, durante los días miércoles y jueves de la semana pasada se acometió este trabajo que llevó alegría a los pobladores del sitio que ya ven el agua por primera vez luego de más de 20 años.
En medio de sus labores preparativas para atender sus siembras encontramos al campesino Jorge Rivero Verdecia asociado a la Cooperativa de Crédito y Servicio (CCS) Paquito Rosales.
Él agradece estas acciones porque ahora «nos llega muy bien el agua, por fin ya la tenemos porque hacía bastante tiempo que la reclamábamos, pues pasábamos bastante trabajo para las labores del hogar. Estamos agradecidos por el trabajo de los compañeros del acueducto, fue muy bueno, ellos vinieron aquí y la población se portó bien con los obreros, les brindamos meriendas y todas las atenciones que pudimos, agradecidos por todo lo que hicieron. Yo llevo viviendo aquí cerca de ocho años y al fin veo el agua; por ahora el servicio va bien».
Otro labrador de aquí, Guillermo Pita Guerra quien lleva cerca de 22 años viviendo en este lugar agrega que «llevábamos todo este tiempo discutiendo en todas las rendiciones de cuenta del delegado a sus electores el problema el agua. No teníamos de donde abastecernos, una vecina que tenía una acometida antigua nos daba todos los días el agua que necesitábamos, pero oiga periodista aquí pasamos bastante trabajo por eso».
«De momento vimos a los trabajadores del acueducto resolvernos esta situación y hasta los ayudamos en lo que pudimos, les ofrecimos meriendas y estamos muy agradecidos en verdad. Llevo 22 años viviendo aquí siempre tuvimos problemas y ahora estamos más que agradecidos», dijo el labriego.
Mairelis Granado Prohenza es la esposa de Guillermo y agrega que «durante todo este tiempo estuvimos sin agua y ahora estamos agradecidos porque ya contamos con este servicio. Quedamos satisfechos por el trabajo del acueducto con nosotros, aprovechamos al máximo el servicio que tenemos y por su supuesto la ahorramos porque sabemos lo que es vivir sin este líquido, sólo usamos la que necesitamos, no la botamos».
El joven Yoendris Bazo García es el operador de la estación Las Tapias Uno y tiene la responsabilidad de velar por el funcionamiento de este lugar y brindar el servicio del agua a esta población.
Una jornada normal de trabajo para él transcurre durante 24 horas, comienza desde las ocho de la mañana de un día y concluye a la misma hora del otro. Aquí tiene que manipular la válvula con todos los medios de protección para asegurar no sólo la calidad del servicio sino también su integridad.
Aunque es tímido para hablar en sus cortas palabras se pueden descubrir el compromiso y la satisfacción que tiene de su labor. «Aquí me siento muy bien realizando mi trabajo, satisfecho de brindar este servicio necesario para la población, además comprometido con la Revolución. Cuando sucede algún problema o avería inmediatamente me comunico con la empresa, y tratamos de resolverlo con la mayor urgencia posible», dice este joven de sólo 29 años.
Más trabajo, mejor servicio
Labores como estas seguirán realizándose en el municipio en otros lugares, así lo declaró el director de esta empresa en Manzanillo. «Próximamente en el barrio Moscú realizaremos una rehabilitación importante en esta zona ubicada muy cerca de la comunidad rural Las Novillas. Esta población aún no dispone el servicio del abasto de agua por redes y allí vamos a realizar un trabajo similar para lograr que por fin cuenten con el vital líquido».
«En la ciudad disponemos de red hidráulica en toda la urbe por donde se recibe el servicio en los ciclos de abasto de cuatro días para los sectores hidrométricos uno, dos bajo y alto, tres, incluyendo ahora temporalmente el nueve, todos de la parte alta».
«Para la zona baja, que incluye los sectores cinco, seis y siete, el ciclo es de dos días, mientras que el sector 10, que abarca el área hasta Las Novillas, permanece con un servicio diario con independencia de operaciones internas del terreno. En este sector estamos alternando el servicio entre la zona de Miraflores y Las Novillas porque hay áreas altas de ambos lugares a las que no le llega el agua», agregó Bazán Gutiérrez.
«Trabajamos también en la solución de las obstrucciones en el alcantarillado, esencialmente los que se localizan en el consejo popular número uno Andrés Luján Vázquez, y en el número tres del Reparto Nuevo Manzanillo que presentan obstrucciones muy fuertes que afectan la calidad de vida de la población», dijo el directivo.
Así mismo en estos tiempos de COVID19 los trabajadores de esta entidad han emprendido acciones en el importante programa de supresión de salideros en conductoras. «Estos son salideros de connotación porque impiden que mejore el servicio del abasto de agua. Durante este mes de mayo hemos trabajado en 11 de ellos emergidos en estas tuberías».
«Estas acciones permitieron el rescate de más de 30 litros de agua por segundo que se perdían, lo que ha incidido en que haya mejorado el abasto de agua en la ciudad por los propios ciclos que mencioné anteriormente, pues llegamos a tener períodos de hasta siete u ocho días y más. Hoy estos se han estabilizados y logramos disminuir estas pérdidas, aún nos quedan algunos que tenemos que seguir evaluando y erradicando dentro de la ciudad y en las conductoras que se encuentran en los campos de pozos», señaló Víctor.
«Eso es un trabajo fuerte que vamos realizando progresivamente en aras de que Manzanillo tenga un servicio de agua de calidad», concluyó el director de acueducto en el territorio.
Yo me quedo asombrada desde ayer metenia que llegar agua y nada , las calles siguen llenas de salideros y lospuedo nombrar uno a uno , en la parte alta de la ciudad falta el liquido hasta una semana ,menos mal que trabjan para garantizar el agua .