Por el respeto de los trabajadores en Cuba

En Cuba la clase obrera es respetada en todo momento //Foto Eliexer Pelaez Pacheco

Manzanillo. Mayo 2.- Hace sólo unas horas acabamos de celebrar el Día del Proletariado Mundial, de una forma atípica por la situación epidemiológica que enfrentamos, y lo hicimos no como estamos acostumbrados los cubanos que llenamos las calles y plazas de alegría en una fecha como esta donde demostramos nuestros logros y el verdadero respeto que existe en Cuba hacia la clase obrera.


Hace ya más de 60 años que los trabajadores festejan con entusiasmo y llenos de compromisos, algo muy diferente en otras regiones del mundo donde prevalece el reclamo por los derechos laborales. Sin embargo en esta pequeña isla antillana los trabajadores tienen todas las garantías de vivir y aportar en un país donde el hombre es el centro de todo, no lo material; y donde tiene todo el respeto que necesita para su desarrollo. Por eso celebramos así desde nuestros hogares que se convirtieron en las plazas multitudinarias que reflejaron el entusiasmo de cada miembro de este importante sector.


¿Y por qué se respetan a los trabajadores en Cuba? Porque no sólo son parte esencial de la economía que mueve a la nación, sino porque es el que se hace sentir en cada puesto laboral con su esfuerzo, sacrificio, voluntad y oportunidades para crear, incluso sorteando los fuertes embates de un injusto bloqueo económico impuesto por el gobierno de los Estados Unidos que imposibilita que tenga mejores condiciones y recursos para su desempeño.


Se hace porque ya no tiene un yugo dictador que lo somete a largas horas de explotación para enriquecimiento propio de alguien, sino que tiene derechos en jornadas dignas para el beneficio común, el de su familia y el de toda la sociedad.


Se hace también porque tiene un sindicato que lo representa y escucha, que lo defiende, lo guía y aconseja, que lo motiva a participar en las diferentes actividades e iniciativas que van más allá del cumplimento de las jornadas laborales, un sindicato que apuesta por su bienestar a pesar de las constantes limitaciones, un sindicato que lo llama a comprometerse con la Patria siempre cumpliendo con su deber de estar en la primera línea de combate, que es su puesto de trabajo, haciendo lo que le toca con calidad y siendo productivo en cada momento.


El respeto a los trabajadores cubanos comienza además desde el primer momento en que sus voluntades están refrendados en la Carta Magna y en el Código de Trabajo y otras legislaciones más específicas. En la Constitución de la República de Cuba se define como un valor primordial de nuestra sociedad, un derecho, un deber social y un motivo de honor. Así lo podemos observar cuando dice que: “La persona en condición de trabajar tiene derecho a obtener un empleo digno, en correspondencia con su elección, calificación, aptitud y exigencias de la economía y la sociedad”.


Se le respeta además porque tiene la potestad de disfrutar la igualdad en el acceso al trabajo sin discriminación de ninguna índole, la remuneración igual por el mismo tipo de labor, la jornada laboral de ocho horas, el descanso semanal y vacaciones pagadas, el derecho a la capacitación y superación, a sindicalizarse y a la negociación colectiva.


Porque también reciben amparo, mediante el Sistema de Seguridad Social, en casos de enfermedad, accidentes, maternidad, invalidez y vejez. Si acontece su fallecimiento, se apoya con esa protección a sus familiares; y porque además dentro de sus derechos hay uno inaccesible para los que laboran en muchas naciones del planeta: la participación de los trabajadores en los procesos de planificación, regulación, gestión y control de la economía, tanto en las entidades empresariales como las presupuestadas.


Por todo esto y más se respeta al trabajador en Cuba, porque no es esclavo de nadie, y porque pone todo su empeño en que su obra quede mejor. Así un vez más demostramos al mundo que con esta fuerza hacemos un país que camina hacia el futuro sin marcha atrás, con la unidad y la voluntad de siempre vencer.