Al cierre de la jornada del miércoles y por segundo día consecutivo, el país no reportó ningún paciente crítico ni grave, mientras se sobrepasaba el millón de muestras estudiadas para detectar la COVID-19 desde que comenzó el enfrentamiento a la pandemia, y 391 eran los casos activos, lo que representael 5,1 % del total de los diagnosticados con la enfermedad en Cuba.
El grupo temporal de trabajo del Gobierno, encabezado por el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, analizó este jueves en el Palacio de la Revolución la situación epidemiológica del país, en videoconferencia conducida por el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, y con la participación del Vicepresidente Salvador Valdés Mesa y el Presidente de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo Hernández.
El titular de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, informó que se realizaron 8 864 muestras en el díay 21 resultaron positivas. De ese total, 13 correspondieron a contactos de casos confirmados, siete tuvieron fuente de infección en el extranjero y en uno no se pudo precisar la fuente de infección, para un totalde12 en esa condición durante los últimos quince días.
Cuatro provincias reportaron casos autóctonos: Pinar del Río 9, Holguín 3, La Habana y Las Tunas uno cada una, entretanto el balance de las altas médicas, un total de 29, resultó favorable frente a los casos confirmados en el día.
Como ya ha sido habitual durante las últimas semanas, la provincia de Pinar del Río mantiene la situación epidemiológica más compleja del país. Hoy de los cinco eventos de transmisión local activos, tres corresponden al más occidental de nuestros territorios.
Otro cifra que ilustra la situación actual en tierra pinareña es que acumula 310 casos positivos durante los últimos quince días y tiene la mayor tasa de incidencia en igual período a nivel nacional. El mayor número de confirmados se concentra en la cabecera provincial, en Consolación del Sur y en Sandino.
Al informar durante la jornada, la máxima autoridad del Gobierno en el territorio, Rubén Ramos Moreno, dijo que además de las medidas de restricción implementadas, la provincia desarrolla inspecciones sanitarias a las instituciones y refuerza la exigencia en el uso del nasobuco.
En Pinar del Río se cierra la jornada con 60 controles de focos, de ellos 46 en el municipio de igual nombre.
La Habana mantiene la tendencia al control de la enfermedad con 37 casos activos hasta el cierre del miércoles. En la capital se da un seguimiento permanente a los viajeros internacionales que arribaron al país y se encuentran en aislamiento en sus hogares, ratificó el gobernador Reinado García Zapata.
Hasta la fecha suman 2 284 los viajeros que se mantienen en vigilancia, de ellos 1 753 cubanos, el resto son extranjeros.
Ante el grupo temporal de trabajo del Gobierno informaron además los territorios de Las Tunas y Holguín, ambos con casos autóctonos reportados en la jornada.
En Las Tunas se mantiene la vigilancia en la comunidad desde la atención primaria de salud, y en 22 viviendas donde residen personas vinculadas a casos confirmados o a viajeros internacionales.
El gobernador Jaime Chiang Vega manifestó que, hasta el momento, a esa oriental provincia han llegado 346 personas por esta vía durante los últimos días.
En el caso de Holguín, luego de 64 jornadas sin confirmar casos positivos, reportó tres en el municipio de Urbano Noris. El territorio ha recibido desde el pasado dos de noviembre un total de 1 102 viajeros internacionales. La provincia trabaja en siete controles de focos en seis municipios.
Durante los últimos quince días, en Cuba han sido diagnosticados 471 casos positivos a la COVID-19 y las provincias de Pinar del Río, Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, Santiago de Cuba y La Habana son las que más han aportado a esa cifra.
En el nuevo escenario, de mayor movilidad en el país y de la reapertura de nuestros aeropuertos, el grupo temporal de trabajo del Gobierno insistió en la responsabilidad familiar en el cumplimiento estricto del aislamiento en los hogares de los viajeros que arriban al país, y el respeto al distanciamiento físico tras la espera del resultado de las pruebas PCR contempladas en el protocolo aprobado para estos casos.