Manzanillo. Octubre 26.- La atención a las personas adictas que se brinda en el Hospital Provincial Psiquiátrico Comandante Manuel Fajardo Rivero de esta urbe es hoy una prioridad para lograr la satisfactoria salud mental en las personas que necesiten de este apoyo.
Por eso en esta entidad de salud se mantiene una consulta para ayudar a los manzanilleros que soliciten atenciones especializadas para controlar sus adicciones, ya sea a las drogas legales, como las ilegales.
La doctora Esperanza Vilier Tamayo, especialista en psiquiatría que atiende el servicio de adicciones en este centro, conversa sobre algunas de las características de esta consulta.
– ¿A quién podemos considerar como una persona adicta?
– Se reconoce como una persona adicta a todos aquellos pacientes con una dependencia al consumo de sustancias, que no puedan estar dos días sin beber alcohol, cuando ya el tóxico se convierte como fuente de placer y que al disminuir el consumo aparecen síntomas físicos y psicológicos.
-¿Cuáles son las sustancias que pueden causar dependencias?
– Pueden ser el café, el alcohol, cualquier medicamento, el tabaco, o drogas ilegales como la marihuana y otras.
– Cuando hablamos de adicción, ¿a qué nos referimos?
– Un individuo se convierte en adicto por la repetición mantenida, la ingestión excesiva del elemento del cuál llega el instante en que ya el sujeto necesita mayor cantidad de consumo para lograr los efectos que desea, esto es a lo que llamamos dependencia al consumo de sustancias.
– ¿Qué deterioro puede sufrir una persona adicta?
– Todo paciente adicto tiene complicaciones psicológicas, biológicas y social. Dentro de las afecciones biológicas podemos poner como ejemplo que el café puede provocar daños estomacales y cardiovasculares con la elevación de la presión arterial.
El alcohol causa otras como afectaciones en el tubo digestivo, la cirrosis hepática, gastritis, úlceras, también problemas a nivel cardiovascular con la hipertensión, alteraciones del ritmo cardíaco.
Desde el punto de vista psicológico se producen alteraciones que pueden ir desde la ansiedad, la depresión y hasta cuadros psicóticos, estos últimos son más graves, donde el paciente pierde el juicio de su estado mental.
Y desde el punto de vista social suceden alteraciones en el orden de la familia, se provocan disfuncionalidad familiar, maltrato infantil, violencia al cónyuge, escándalos públicos, entre muchas.
– ¿Cuál es la atención que se le brinda a estos pacientes?
– En primer lugar la ayuda básica está en la prevención desde la atención primaria. En estos casos se debe tratar de dispensarizar los factores de riesgos, todos los agravantes que pueden existir en la comunidad para que este sujeto se pueda convertir en adicto.
El paciente se considera adicto primero en la familia o por el equipo de salud mental que lo identifica, y es en la atención primaria de salud donde se logra que el individuo tenga conciencia de esta enfermedad, de su dependencia o del abuso de ese consumo de sustancias y que le está trayendo aparejado problemas tanto en su organismo, psicológico y social.
Una vez que ya se diagnostique, y si el sujeto desea rehabilitarse, debe dirigirse a la atención secundaria donde se le comenzará primero la desintoxicación, que puede durar de siete hasta 21 días, y donde el principal objetivo es tratar las complicaciones que tenga la persona.
Concluido este período se comienza la fase de deshabituación, donde ya al sujeto se le aplican medicamentos que actúan para controlar el deseo del consumo de la sustancia, y se le brinda la terapia psicológica por medio de la psicoterapia grupal e individual.
En este tratamiento también se incluye la parte social donde se orienta a la familia en relación de la enfermedad, y las medidas que deben tomar tanto el enfermo como sus familiares para lograr el control de la abstinencia.
-¿Qué orientación le envía a la familia en cuanto a lo que debe hacer cuando en su seno tiene a una persona adicta?
– Pienso que la familia debe buscar ayuda en el equipo de salud mental de las atenciones primaria o secundaria de cómo enfrentar su situación.
Es cierto que un adicto puede robar en el hogar, provocar escándalos y maltratos, pero ante de eso debe pedir apoyo, porque una vez que este sujeto reciba todo el servicio de un equipo entrenado logrará rehabilitarse y volver a integrarse a la sociedad, siempre y cuando esté motivado y tenga conciencia de querer salir de este consumo de tóxicos.