Por una sonrisa de quinceañera

Una celebración desde el más puro sentimiento de amor // Foto Marlene Herrera
Una celebración desde el más puro sentimiento de amor // Foto Marlene Herrera

El carmín dibuja mejor sus labios este 23 de diciembre, y acentúa el color del día para Naijoris Santiesteban Jerez, un poco gris por el tiempo que afuera anuncia el invierno, un poco más de esperanzas que irrumpen en el cubículo donde la medicina cubana le insta a no detener sus sueños.

Por su sonrisa el regalo dulce que premia un año más de vida y la reverencia de las batas blancas a la edad de privilegios.

Las sombras del diagnóstico hace seis meses de una leucemia mieloide aguda, de variedad promielocítica, se disipan en el gesto abrazador de quienes vierten dosis extras de amor al tratamiento diario.

La sala de oncohematología del hospital Hermanos Cordové de Manzanillo vibra con las ilusiones de la muchacha, mayores que el pesar atestiguado hace tres semanas por los efectos de medicinas fortísimas del tratamiento de consolidación que allí busca desterrar células malignas.

A pesar de la quimio, hoy sus ojos sonrieron // Foto Marlene Herrera

Risas, alegrías y el aderezo infalible de fe, colman el jueves de Naijoris, desprovista de pijamas y cargada del optimismo de continuar los estudios para convertirse en médico también e irradiar a otros la luz que hoy le salva.

Luz «de quienes son como una familia, a la que Dios bendiga con sabiduría para que continúen trabajando con nuestros niños y hagan sentir confortables a los padres a pesar de la situación en que estemos».

Luz, que a decir de una madre agradecida, lleva por nombre mayor «Revolución, porque a pesar de las circunstancias que estamos atravesando y los problemas que hay, nuestros hijos tienen el medicamento y la atención gratuitos, siempre con una respuesta para darle al pueblo».

Ante el rostro iluminado hoy con la sorpresa del festejo por sus 15 años, que pudo pasar desapercibido, esta oda a los que usurpan espacios al dolor y, especialmente, a Naijoris, para que nada opaque su sonrisa.

Naijoris hoy celebró sus quince años desde la sala de oncohematología del Hospital pediátrico // Foto Marlene Herrera