La Habana, 12 oct (ACN) Por las características sociodemográficas y complejidad epidemiológica de la capital, sus autoridades decidieron no aplicar, de manera excepcional algunas de las disposiciones del Plan nacional de enfrentamiento a la COVID-19 para la tercera fase pos pandemia, en la que La Habana entró hoy.
Así trascendió en la reunión del Consejo de Defensa Provincial, en la cual se anunció que continúa el traslado hacia sus territorios de las personas varadas en la capital, a causa del SARS-CoV-2, pero aún no se restablece el servicio interprovincial en ninguna de sus modalidades y continúa limitada la entrada y salida a La Habana.
También se mantiene la prohibición de permanecer en aguas territoriales para embarcaciones de recreo extranjeras, y solo funcionará el catamarán hacia la Isla de la Juventud.
Se propuso no restituir los servicios de gimnasio en locales cerrados, como tampoco la reapertura de las casas de la Música, ni salones de fiesta de los centros culturales.
Los niños sin amparo familiar que viven en los hogares se mantendrán en ellos y se continuarán realizando las actividades programadas fuera de la institución, bajo el cumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias.
Sigue siendo obligatorio el uso del nasobuco en todos los escenarios (aunque el Plan nacional apunta solo hacia lugares de concentración de personas), y aún no se autoriza que reabran los bares, centros nocturnos, clubes, cabarets y discotecas, dentro de los sistemas de Comercio y Gastronomía y Turismo.
Asimismo queda consentido el funcionamiento de piscinas privadas y estatales, a un 30 por ciento de su capacidad.
Luis Antonio Torres Iríbar, presidente del CDP de La Habana, explicó que estas excepciones responden a un análisis detallado de la situación del territorio y convocó a redoblar esfuerzos en la lucha contra el nuevo coronavirus en la nueva etapa, sin resquebrajar la disciplina individual y colectiva.
El también primer secretario del Partido Comunista de Cuba en la capital destacó el importante papel de los profesionales de la Salud Pública, ahora más que nunca frente a la pandemia.
Respecto a la situación epidemiológica, el doctor Carlos Alberto Martínez Blanco, director provincial de Salud, informó que ayer fueron diagnosticados seis pacientes con COVID-19, todos cubanos y en dos fue imposible precisar la fuente de infección.
De acuerdo con los grupos etarios, cuatro casos correspondieron al de 15 a 59 años y dos al de mayores de 60.
La provincia acumula tres eventos de transmisión local (empresa INDAL, en La Habana Vieja; y las áreas de salud Luyanó, en Diez de Octubre y Van Troi, en Centro Habana) y 42 controles de foco.
Se reportan como graves dos pacientes: una mujer de 68 años, del municipio de Cotorro, y un hombre de 65, de Arroyo Naranjo.