Pregón y oferta gastronómica para llevar y disfrutar (+Listado precios Gastronomía Popular III Categoría)

Un pregón gastronómico atrae a los manzanilleros que a diario colman los espacios del mercado agropecuario La Kaba, de Manzanillo; un pregón cuyo aroma se torna exquisito según el ingrediente añadido.

A un costado del emblemático complejo de esta ciudad, el punto de ventas de comida elaborada, que muchos conocen como la Fonda, perteneciente a la Unidad gastronómica El Campana, se erige como opción para los manzanilleros que quieren saborear una merienda para seguir caminos y jornadas de compra.

Igualmente, es una alternativa para aquellos clientes asiduos como Odalis Espinosa Mendoza, quien asegura que «aquí siempre hay algo que llevar a la casa».

«Yo vivo al frente, y por eso vengo a comprar casi a diario, por ejemplo el boniato que ya está elaborado y así me ahorro su cocción en la casa, sus potajes y caldos, de buena calidad y precios, y es mi criterio tanto como el de otros».

Odalis Espinosa Mendoza asegura que «aquí siempre hay algo que llevar a la casa»// Foto Denia Fleitas Rosales

El espacio de la red de gastronomía popular, de tercera categoría y con capacidad para 16 comensales, es uno de los que a raíz de la situación epidemiológica, condicionada por la COVID-19, ofrece propuestas para llevar a los habitantes de la urbe, en aras de potenciar el distanciamiento social y, a la vez, contribuir con la alimentación del pueblo.

Servicio de cafetería y de almuerzo, «que muchos aprovechamos para las comidas nocturnas», comenta un abuelo, se brinda en el local donde Odalis afirma «he presenciado que a muchos se les ha pagado el alimento y a otros se les ha guardado hasta que regresen, porque prima la sensibilidad».

«Como es para la satisfacción de una necesidad, para llevar y la mayor cantidad de los clientes son personas adultas, damos prioridad a la inocuidad de los alimentos, y la calidad es el plato fundamental», asegura Félix Montero Arias, jefe de cocina comedor, mientras interrumpe su pregón de panes, croquetas, bolas de yuca, «para saborear».

Félix Montero Arias, jefe de cocina comedor //Foto Denia Fleitas Rosales

Con una pizca de orgullo refiere que sabe de la predilección de muchos por sus platillos, incluso de residentes en la zona de la Marina, del Reparto Caymari, de Horacio Rodríguez, porque «hacemos coincidir el sabor de las elaboraciones con sus intereses; como los clientes son adultos y presentan enfermedades cardiovasculares las comidas se elaboran bajas de sal y cumplimos esas exigencias».

Por estos días el punto muestra una recuperación del comercio, afectado en los primeros días del año por el incremento de precios; pero a raíz de la disminución de estos y su vigencia desde el 13 de enero, plantea Franky Corona Fernández, jefe de brigada de la unidad La Campana, a cargo también del punto homólogo en el mercado La Ford, «las ventas han superado los 700 pesos diarios, las ofertas se han asimilado y crecen los clientes».

Variedad de ofertas se disponen para los clientes en este servicio que busca de elevar la calidad// Foto Denia Fleitas Rosales

«Como resultado de este proceso igual se nos han incorporado otros alimentos como los granos, y muchos agradecen los potajes, que junto a los caldos son primeros en acabarse entre la gama de alimentos», que se expenden de 7 de la mañana a 3 de la tarde.

Los precios asequibles y los cuidados higiénicos, según destaca Eneida Vega Frías, con 12 años de labor en la gastronomía, «mantener la higiene como garantía de la seguridad de nuestras elaboraciones para la población, y cumplir con el lavado de las manos y el nasobuco de forma permanente, siempre extremando, para evitar que el coronavirus nos afecte ni a nuestros comensales, es muy importante».

Eneida pondera las medidas de bioseguridad en la cocina para evitar la COVID-19// Foto Denia Fleitas Rosales
Alejandro Rodríguez Hernández, administrador del complejo La Kaba // Foto Denia Fleitas Rosales

Como señala Alejandro Rodríguez Hernández, administrador del complejo La Kaba, esta área «sigue ganando la opinión favorable de todos, fundamentalmente de personas de menos recursos y ancianos; y exigimos porque se mantenga la máxima de siempre, dar un buen servicio a la población, con calidad y diversidad de ofertas».

Esta prestación gastronómica que beneficia a muchos, y denota la intención de contribuir con que en la mesa de los manzanilleros haya nutrientes, a bajos costos, busca por estos días, y lo precisa, de continuar elevando la exquisitez y calidad de sus prestaciones para promover el sentido de gratificación en los clientes y que sean muchos más quienes respondan a su pregón.