Manzanillo. Junio 3.- La mayor atracción arquitectónica de esta bella ciudad del Golfo del Guacanayabo se prepara para su aniversario 93 de construida, razón para que un grupo conformado por cuatros artistas lugareños se encuentren enfrascados en su restauración.
A la genuina obra identitaria de los manzanilleros y manzanilleras se le reparan los escalones, pasa manos, rejas, se retoca su pintura y se trabaja en su cúpula, esta última es la parte más compleja dado a su añejado tiempo y a que se desconoce el sistema de drenaje por lo que continúan las filtraciones.
Cada año esta joya de la arquitectura, única en el mundo, recibe por esta fecha un mantenimiento para conservar su elegancia y hermosura, en esta ocasión Pedro Guillermo Tamayo, Jesús Fiallo, Nelson Hernández y Víctor Corrales son los responsables de prepararla para su cumpleaños.
Pedro Guillermo, comentó que “se trabaja en todo lo que es el pulido, lo que es de mármol, los trabajos están a un 70 por ciento de ejecución y se prevé que para la semana próxima ya esté lista.”
“Se le cambió los maceteros de los escalones que antiguamente eran de barro, ahora son de mármol, es un placer poder darle brillo y hacer que resplandezca aún más esta bella pieza arquitectónica,” continuó el artista
Para la realización de la Glorieta ubicada en el parque central de la ciudad fue tomada como base los kioscos del Patio de los Leones de La Alhambra para poder establecer una analogía tan precisa con la nueva obra salida de la creatividad de José Martín del Castillo. Quien fue el artista que realizó los planos y que más tarde, lo dirigía, el arquitecto Carlos Segrera.
Con un estilo ecléctico presenta un excelente arte morisco, su composición es de una planta hexagonal que se establece a más de un metro del suelo, con un zócalo exterior laminado con lozas cerámicas vidriadas y dibujos entrelazados, todo policromado con eminente simplicidad, de ella sobresalen 18 arcos de medio punto, peraltados y polilobulados que están soportados al mismo tiempo por 24 estrechas columnas igualadas que reposan sobre pequeños pedestales con astas delgadas y anillados.