Datos oficiales indican que 201 personas murieron, más de 30 siguen desaparecidas, 160 casas quedaron destruidas totalmente, mientras unas 700 sufrieron daños estructurales y más de 25 mil se inundaron en 31 de las 47 prefecturas de la nación asiática.
Continúan desplegados miles de efectivos de las Fuerzas de Autodefensa, la policía y los bomberos para las labores de salvamento y búsqueda de los desaparecidos.
Al mismo tiempo, miles de voluntarios llegaron este sábado a las zonas afectadas para apoyar en las labores de recuperación.
El gobierno del primer ministro, Shinzo Abe, anunció que elevará a la categoría de ‘calamidad extraordinaria’ estas inundaciones y deslaves, lo cual garantizará a los damnificados la posibilidad de acogerse a una serie de medidas de ayuda.
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