La Habana, 8 ene (Prensa Latina) El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, rememoró hoy el aniversario 65 de la entrada triunfal a La Habana de la Caravana de la Libertad con Fidel Castro al frente de unos mil combatientes del Ejército Rebelde.
En su cuenta de X, el mandatario calificó el acontecimiento como el más bello símbolo de la victoria y el momento de mayor júbilo del pueblo de la isla caribeña.
Este día de 1959 «comenzaban 65 años de obra y realizaciones», escribió el jefe de Estado cubano en esa red social.
La entrada a la capital del país antillano de representantes de las nuevas generaciones de cubanos junto a veteranos combatientes del Ejército Rebelde se reedita hoy, como colofón del recorrido que inició el pasado 1 de enero por la ciudad oriental de Santiago de Cuba.
Similar a aquella ocasión, el convoy transitó los territorios de Bayamo, Las Tunas, Camagüey, Ciego de Ávila, Santi Spíritus, Santa Clara, Cienfuegos y Matanzas, para llegar a La Habana.
Los participantes en esta reedición de la Caravana rindieron homenaje a los héroes de aquella epopeya y reafirmaron el compromiso de continuidad de la juventud cubana con el proceso revolucionario que impulsa la nación desde entonces.
El histórico suceso, producido a pocos días del triunfo de las fuerzas guerrilleras sobre la tiranía de Fulgencio Batista (1952-1959), permitió el primer contacto directo de la población con los revolucionarios uniformados y su líder.
El recorrido y la llegada triunfal de unos mil combatientes consolidó hace 65 años la victoria de las tropas rebeldes y anunció al país el inicio de una nueva etapa de profundas transformaciones.
El 8 de enero de 1959, en el otrora campamento militar de Columbia, hoy Ciudad
Escolar Libertad, Fidel Castro expresó que la isla iniciaba una era llena de dificultades y amenazas:
La tiranía ha sido derrocada. La alegría es inmensa. Y sin embargo, queda mucho por hacer todavía. No nos engañamos creyendo que en lo adelante todo será fácil; quizás en lo adelante todo sea más difícil, apuntó entonces.
Patentizó, igualmente, su confianza en la capacidad del pueblo cubano para enfrentar tales desafíos con el propósito de construir una sociedad justa, en una nación soberana.