En el Aula Magna, templo donde se consagra la sabiduría y el mérito, la academia le confirió al economista, profesor universitario y Presidente de la República de Ecuador su más alta distinción.
Ante decenas de jóvenes, Rafael Correa Delgado recibió hoy el título de Doctor Honoris Causa en Ciencias Económicas por la Universidad de La Habana (UH), de manos del rector de la institución, Gustavo Cobreiro Suárez.
En el acto solemne, al que asistió el primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el Rector destacó la trayectoria política y académica del amigo de la Revolución cubana y de Fidel Castro, enumeró los logros del mandatario “que le devolvió la esperanza al pueblo ecuatoriano” y que posee otros 14 títulos honoríficos, otorgados por centros de altos estudios de todo el mundo.
“La Universidad de La Habana y Cuba no pueden dejar de reconocer la obra de intelectuales comprometidos con la región y con su época”, afirmó el Doctor Cobreiro antes de entregarle el reconocimiento y dar paso a la conferencia magistral que impartió el homenajeado.
“No saben la felicidad que me da volver a la academia, antes de ser presidente era profesor a tiempo completo, este es mi espacio natural”, confesó el Presidente y fue maestro por más de dos horas.
Correa prosigió elogiando al sistema de Educación Superior de la Isla, dijo que es el que más avanza en América Latina. “Más de 400 profesionales de mi país han cursado estudios de postgrado en esta Universidad”, apuntó.
“Es grato estar en el Alma Máter que tanto ha ayudado al Ecuador, cuna de rebeldía, heredera del pensamiento de Martí y de los próceres de la independencia; es un honor para mí recibir este doctorado Honoris Causa en la patria de Fidel Castro, cuna de la primera revolución socialista del hemisferio occidental y referente para los gobiernos progresistas de América Latina”, dijo Correa e inició su clase magistral titulada Economía para el desarrollo: experiencia ecuatoriana.
Habló de los logros del Ecuador en la “década ganada”, donde ha existido soberanía, mejor administración de los recursos y redistribución de las riquezas. Dijo que venía de “una república de oportunidades, de un país que ama la vida”, en el cual existe “estabilidad política, democracia plena, soberanía, justicia y dignidad”.
Demostró, apoyado en gráficos y estadísticas, que los cambios realizados por la Revolución Ciudadana han sido para bien de las grandes mayorías. “Y aunque queda mucho por hacer, en Ecuador ya manda el pueblo ecuatoriano”, insistió.
“Vivimos en el continente más pobre y desigual del planeta. En América Latina podemos encontrar los ricos más ricos y los pobres más pobres del planeta. Cuba es una maravillosa excepción en la región”, puntualizó el Presidente que en diez años (2007-2016) redujo en un 12.5 por ciento la pobreza extrema en su país.
Rafael Correa ilustró cómo las políticas neoliberales marcaron y dañaron la economía abierta y dolarizada de la nación sudamericana. Dijo que “en la Revolución Ciudadana todos crecen, incluso los ricos, pero son los pobres los que más lo hacen”.
“La supremacía del ser humano sobre el capital es la máxima del Socialismo del Siglo XXI, es lo que nos define”, sintetizó el economista.