Recorre Marrero Cruz centros de interés económico y social en Guantánamo

Foto: Ertudios Revolución
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GUANTÁNAMO. —Un buen ejemplo de cómo aprovechar capacidades endógenas para encausar soluciones a necesidades propias encontró el primer ministro cubano, Marrero Cruz, en La Bonita, finca integral que, entre otros encargos, fomenta la producción de huevos a partir de gallinas rústicas y codornices.

Ubicada en la comunidad de Arroyo Hondo, del municipio cabecera de esta provincia, La Bonita pertenece a la Empresa Avícola Guantánamo. Cuenta con 34 hectáreas de tierra, y en el caso de la producción de huevos, en lo fundamental los destina al consumo de los habitantes de esa localidad.

Foto: Estudios Revolución

Como parte de su objeto productivo, también impulsa la cría de avestruces, búfalos y ganado ovino-caprino. El propósito es aportar carnes destinadas a una carnicería y un restaurante, ambos de la ciudad de Guantánamo, hogar del 42% de los habitantes de esta provincia.

Aunque todavía incipiente, en el proyecto de referencia -y en otros- asoman los primeros frutos del empeño que le pone Guantánamo a la implementación de la Ley de Soberanía Alimentaria y Desarrollo Nutricional.

Se trata de un esfuerzo «rociado» con ciencia y técnica. Las cabras en esta finca se crían en entarimados, método -que no el único aquí- novedoso para el ahora prometedor entorno agropecuario, golpeado por la sequía y la salinidad en las últimas décadas, y en el que hasta años recientes parecía que nada se daba.

El proyecto de La Bonita forma parte del polo productivo Arroyo Hondo-Paraguay, tiene proyectada una minindustria, y, de cumplirse lo diseñado, fabricará quesos y yogur de leche de búfalo.

Una futura cadena productiva entre esta finca y otro centro de elaboración del programa de desarrollo local, ubicado al sureste de la ciudad, permitirá producir picadillo, embutidos y otros derivados de las carnes que suministrará La Bonita, adelantó a la prensa Rolando Castillo, intendente del municipio Guantánamo.  

Es otro buen paso de un municipio que, a contrapelo de bloqueo económico, crisis mundial y adversidades climatológicas, gestiona el bienestar de sus ciudadanos, a partir de sus capacidades propias, y busca ejercer la autonomía que nuestra constitución le concede. 

Marrero Cruz elogió esa iniciativa, y se interesó por las posibilidades de replicarla en otros sitios del territorio.

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EL NUEVO ROSTRO DE CECILIA

Otro ejemplo que mereció felicitación, el premier cubano lo constató en la comunidad de Cecilia, a unos cinco kilómetros al noreste de la ciudad de Guantánamo. El batey trasforma su paisaje residencial y social, con cambios graduales, y nada fortuitos.  Atrás van quedando las paredes agrietadas, las puertas y ventanas desvencijadas, las fachadas raídas. Planchas de losas en una parte de los hogares, cubren lo que antes eran pisos de tierra.

Cecilia se renueva y se expande, y a la par de la restauración levanta nuevas moradas. Una faena no detenida -aunque ralentizada por los vaivenes de estos tiempos difíciles- parece anunciar con hechos, que el CERO CASA CON PISO DE TIERRA se ve más claro y cercano aquí. 

Testimonios in situ de tal posibilidad, lo recibió el Primer Ministro, al final de esta calurosa tarde de miércoles en Cecelia.

Iniciativa del gobierno municipal de Guantánamo, el movimiento constructivo aquí -supo Marrero Cruz- responde a otro proyecto de desarrollo local en marcha en la cabecera de la provincia. Cuenta con ayuda foránea, apunta a detener el deterioro habitacional, y genera nuevos empleos en Cecilia.

Responde fundamentalmente a la necesidad de producir materiales para mejorar viviendas en mal estado, y de construir otras nuevas; está en marcha desde hace poco más de dos años, y desde meses recientes dispone de algunos equipos modernos, entre ellos una prensa hidráulica y dos molinos, uno de ellos para producir áridos, y el otro, de bola, produce cemento de bajo carbono.

Ubicada en un antiguo local de AZCUBA, la mini-industria produce bloques, elementos de carpintería de hormigón, tanques para almacenar agua, baldosas para pisos, y componentes de pared y de techo, además de áridos. De ella pueden salir los materiales para construir una vivienda diaria, de acuerdo a la capacidad instalada.

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