Manzanillo. Febrero 4.- El 4 de febrero de 1959 llegó a la ciudad de Manzanillo, en la sur oriental provincia cubana de Granma, el barbudo Fidel Castro Ruz para agradecer personalmente el apoyo que los manzanilleros dieron a la causa guerrillera durante la gesta revolucionaria.
En las intercepciones de las calles Merchán y Masó, frente al antiguo Hotel Edén (hoy pizzería Nápoles), se improvisó una tarima donde Fidel reconoció las labores de colecta y la ayuda en la logística que salió desde esta ciudad para los miembros del Ejército Rebelde.
Hoy a 58 años de aquel suceso, los habitantes de esta ciudad recordaron la fecha con un acto en el mismo sitio donde aconteció el histórico momento para los manzanilleros.
Trabajadores, estudiantes y el pueblo acompañados por los representantes de las organizaciones políticas y de masas del territorio acudieron al homenaje dedicado al líder eterno de la Revolución cubana.
En nombre de los pioneros Melani Hernández Noguera estudiante de la escuela primaria Carlos Manuel de Céspedes, ofreció palabras de agradecimientos a Fidel por ser el principal protagonista de cada uno de los sueños de los niños cubanos y reafirmó que seguir su ejemplo es hoy la máxima para las nuevas generaciones de cubanos.
Por su parte Caridad Molina Rondón, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) habló a nombre de las féminas y recordó en sus palabras como el líder histórico de la Revolución Cubana en el discurso de aquel 4 de febrero de 1959, agradeció públicamente los envíos de alimentos, armas y recursos que garantizaron la vitalidad de los barbudos en la Sierra Maestra.
El momento fue propicio para que ocho bisoños recibieran el carné de la Unión de Jóvenes Comunistas y siete manzanilleros ingresaran a las filas del Partido Comunista de Cuba (PCC).
Artistas profesionales del territorio regalaron sus creaciones para celebrar también desde el arte los 58 años que Fidel hablara a los manzanilleros luego del triunfo revolucionario.