Este jueves, el ministro de Educación de Brasil, un estrecho colaborador del presidente Jair Bolsonaro, renunció tras una serie de desatinos que complicaron las ya tensas relaciones entre el mandatario de derecha y el máximo tribunal del país.
El ministro Abraham Weintraub era una de las voces ideológicas más duras del gobierno. Su agresivo estilo le causó problemas al presidente, como cuando hizo comentarios racistas sobre China, el principal socio comercial de Brasil, o cuando sostuvo que los jueces del Supremo Tribunal Federal deberían estar presos.
«Si fuera por mí, metería a todos esos vagos en la cárcel», dijo en un video el ministro durante una reunión de gabinete.
El tribunal incluyó a Weintraub en su investigación sobre una supuesta red de difamación y desinformación dirigida por los partidarios de Bolsonaro después de que esa grabación se hizo pública en mayo.
Las tensiones entre Bolsonaro y el máximo tribunal de Brasil han aumentado en los últimos meses, luego de que el mandatario participara en manifestaciones que pedían su disolución después de que la corte autorizó una investigación sobre su presunta interferencia en la justicia.
En un intento por calmar las tensiones con el Poder Judicial, Bolsonaro reprendió públicamente a Weintraub por participar el domingo en la última protesta, lo que alimentó las especulaciones sobre la salida del ministro.
La partida de Weintraub se produjo el mismo día en que la policía brasileña arrestó a un ex asistente del hijo mayor de Bolsonaro en una investigación sobre corrupción.
(Tomado de La Jornada)