Los preparativos de las FDI están relacionados con posibles represalias de Teherán contra Israel en caso de un ataque estadounidense, explican fuentes israelíes consultadas por Axios.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) habrían recibido instrucciones de su Gobierno, en las últimas semanas, de prepararse para la posibilidad de que EE.UU. lleve a cabo un ataque militar contra Irán antes de que el presidente Donald Trump deje el cargo, informa Axios al citar a altos funcionarios israelíes.
Según el portal, el alerta del Gobierno no se debe a ninguna señal de inteligencia o evaluación de que Trump se disponga a ordenar tal ataque, sino a que altos cargos israelíes anticipan «un período muy delicado» antes de la investidura de Joe Biden el próximo 20 de enero.
Los preparativos exigidos a las FDI están relacionados con posibles represalias de Teherán contra Israel —directamente o mediante fuerzas pro-iraníes en Siria, Gaza y el Líbano— en caso de un ataque estadounidense, explican las fuentes.
Aunque los altos cargos israelíes esperan que su país reciba un aviso previo en caso de planificarse cualquier ataque de EE.UU. contra Irán, les preocupa que el lapso no sea suficiente para prepararse por completo, por lo que las FDI han comenzado a tomar medidas preparatorias bajo el supuesto de que tal escenario es posible.
«Una guerra en toda regla»
La semana pasada, The New York Times informó que Trump planteó recientemente, en una reunión con altos miembros de su equipo de Seguridad Nacional, la posibilidad de atacar una instalación iraní de enriquecimiento de uranio, y concretamente la ubicada en Natanz. Sin embargo, varios asesores superiores supuestamente disuadieron al mandatario, al advertirle que un ataque contra esas instalaciones iraníes podría convertirse fácilmente en un conflicto más amplio e inadecuado para las últimas semanas de la presidencia de Trump.
Por su parte, Hossein Dehghan, asesor del líder iraní Alí Jamenei y posible candidato en las próximas elecciones presidenciales, declaró a AP la semana pasada que un ataque militar estadounidense contra su país podría desencadenar una «guerra en toda regla» en Oriente Medio.