En Estados Unidos, el promedio de siete días de casos nuevos llegó a 68.767 durante las últimas horas. Se supera así el pico anterior reportado el 22 de julio.
Los expertos en salud dicen que el resurgimiento de casos, que advirtieron que ocurriría en otoño e invierno boreal ya llegó, y que podría ser el peor que ese país ha visto hasta ahora. “Estamos entrando en lo que será la pendiente pronunciada de la curva, de la curva epidémica”, expresó el excomisionado de la Administración de Medicamentos y Alimentos Scott Gottlieb a la cadena CBS.
También Gottlieb escribió en un artículo de opinión para The Wall Street Journal que un mandato de mascarillas a nivel nacional podría ser una forma de controlar el virus. Dado que se espera que las muertes aumenten, los legisladores tendrán que tomar medidas para frenar la propagación, consideró el experto.
Si el 95% de los estadounidenses usaran mascarillas en público, se podrían salvar más de 100.000 vidas hasta febrero, según datos publicados el viernes por el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington.
Durante la última semana, más de dos tercios de los estados han informado un aumento en los casos, y ningún estado reporta actualmente una mejora superior al 10%.
En la medida en que aumentan los casos, los líderes locales presionan por poner énfasis en la prevención, mas no encuentran respaldo nacional.
En ese contexto de creciente deterioro sanitario, la sureña ciudad texana de El Paso adoptó las restricciones más severas en todo el país, al decretar desde ayer una cuarentena casi total, con toque de queda incluido, luego de que sus hospitales estén al máximo de capacidad. Según informaron autoridades locales, desde el domingo no quedaba ninguna cama libre en los hospitales, ni en los pabellones comunes, ni en las unidades de terapia intensiva. En los próximos días, según anunció el gobernador de Texas, Greg Abbott, se adicionarán 50 camas en el centro de convenciones de El Paso.
Cae Wall Street.
Durante la jornada anterior, la bolsa de Wall Street cerró con fuertes pérdidas tras el aumento de casos en Estados Unidos y Europa con pérdidas por encima del 2%.
La expansión de la pandemia golpea también a las bolsas asiáticas, así como a los precios del crudo.
Se estima que también influye en ese comportamiento el hecho que los inversores están desesperanzados porque demócratas y republicanos puedan alcanzar un acuerdo para la aprobación de un nuevo paquete de estímulos antes del 3 de noviembre.
Más declaraciones contradictorias
Tras una semana de cifras récords de contagios, el jefe de Gabinete del Gobierno de Donald Trump dijo que «no va a controlar la pandemia», un anuncio que llega en uno de los momentos más críticos de la pandemia en el país.
El aspirante demócrata Joe Biden, criticó esas declaraciones para cuestionar, como hizo durante toda la campaña, el manejo de la pandemia por parte del presidente estadounidense: «Fue una constatación honesta de la estrategia del presidente Trump desde el inicio de la crisis: agitar la bandera blanca de la derrota y esperar que, si se lo ignora, el virus se irá. No lo ha hecho y no lo hará», apuntó Biden.
A pesar del momento crítico que se vive, Trump tiene previsto visitar casi una docena de estados en su última semana de campaña, con actos multitudinarios en los que no se suele respetar el distanciamiento social. Biden, por su parte, visitará seis estados, manteniendo la costumbre de realizar actos virtuales o con pocas personas.