Sembrando ciencia

Foto: Claudia Sánchez
Foto: Claudia Sánchez

Ángel Miguel Lago Torres, es un profesor de Biología  del Instituto Preuniversitario (IPU) Julio Antonio Mella de nuestra ciudad, quien se ha convertido en un defensor de la formación científica de las nuevas generaciones.

Lago Torres inició su trayectoria profesional como profesor general integral de secundaria básica. Sin embargo, su profundo interés por las ciencias naturales, particularmente la biología, lo impulsó a especializarse en esa área, a través de diplomados y cursos de postgrado en la Universidad Pedagógica.

Su dedicación al estudio lo llevó a profundizar en la microbiología, la zoología y la botánica, herramientas fundamentales para su labor como docente.

Actualmente, guía a tres grupos de estudiantes de onceno grado en el IPU, a quienes ha acompañado en su desarrollo desde décimo grado. Esta continuidad le permite establecer una relación más cercana con sus alumnos, entendiendo sus inquietudes y motivaciones, y adaptando sus métodos de enseñanza para lograr un aprendizaje más significativo.

Foto: Cortesía del entrevistado

«Los tiempos que corren son difíciles, sobre todo para la juventud, nuestros estudiantes están expuestos a una gran cantidad de información, a veces contradictoria o falsa, que circula en las redes sociales. Esto, sumado a la manipulación de la ciencia en algunos contextos, como vimos durante la pandemia y la guerra contra las vacunas cubanas, nos exige redoblar esfuerzos y reafirmar nuestro compromiso con la formación de ciudadanos críticos y responsables», afirmó el profesor.

Al hablar de las ciencias, su pasión es contagiosa. «He dedicado mucho tiempo a estudiar y prepararme para poder brindarles a mis estudiantes el conocimiento que necesitan, no existe una ciencia acabada, siempre hay algo nuevo por descubrir, nuevas ideas que explorar. Y esa constante innovación es la que nos permite avanzar», concluye.

Lago Torres explica que siempre busca que sus clases sean didácticas, realizando conversatorios e intercambios con sus estudiantes. Así como el desarrollo de los Círculos de interés, experimentos de laboratorios y presentaciones con herramientas digitales, las cuales permiten que sean espacios interactivos.

El próximo 15 de enero, Cuba celebra el Día de la Ciencia, fecha que no fuese posible sin personas como Ángel, quien busca reinventarse y conocer cada día más de su especialidad científica. Su dedicación, pasión y compromiso con la formación de los jóvenes demuestra que la ciencia, cuando se vive con entrega y entusiasmo, es una herramienta poderosa.

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