Sensatez y disciplina para doblegar la Covid-19 (+Fotos y audio)

Sólo con sensatez y disciplina podremos doblegar a la Covid-19// Caricatura tomada de Facebook
Sólo con sensatez y disciplina podremos doblegar a la Covid-19// Caricatura tomada de Facebook

Reflexionar sobre la Covid-19 pudiera parecer para los más reacios como «llover sobre lo mojado», pero dadas las circunstancias de Cuba hoy, con un repunte de la enfermedad, instar a ser consecuentes con la vida se hace imprescindible.

Cuando casi cantábamos victoria por el manejo efectivo de esta pandemia, y la disminución al máximo de los contagios, reducidos a unos pocos números, la negligencia se conjugó con la devastadora capacidad de propagación del silente virus, y desencadenó el rebrote que nos pone en vigilancia ante el riesgo que entraña para todos.

Abruma en dilatada expresión la cantidad de casos positivos que despidieron a julio y siguen creciendo en el transcurso de agosto; enoja a cualquiera de los que estamos conscientes del significado de una lucha sin descanso de miles en toda la geografía nacional, para que imprudentes e indisciplinados nos hagan caer en los tentáculos del mortal coronavirus.

Ni la avalancha en las redes sociales de memes, caricaturas, llamados de atención, alertas de las autoridades sanitarias, gubernamentales y los medios de prensa, ni las realidades del colapso en otros países por el incremento exagerado de casos y de muertes, que superan los 19 millones de enfermos y los 700 mil fallecidos, ha movilizado la conciencia de los egoístas.

Me niego a creer lo que parece evidente, esa expresión cubana de que «nadie experimenta por cabeza ajena», cosa absurda cuando lo que se juega no es una partida de cartas; ni siquiera se asemeja a un tropezón de los que uno se levanta con más fuerza, y dista de una mala decisión a la que se hayan alternativas para superarla.

Reflexión que circula por las redes sociales// Tomada de Facebook

Lo que se está apostando el mundo es la vida, y digo el mundo porque es esta una realidad global; lo que nos estamos jugando cubanos, manzanilleros, es la existencia en esta tierra, pues todos los ámbitos vitales para subsistir reciben el impacto del coronavirus.

Es necesario, urgente e indispensable recordar que no entiende de edades, procedencia social, credos; repetir que su control está en manos de todos, en el actuar juicioso, en el cumplimiento estricto del uso del nasobuco, del lavado de las manos y podálico, la limpieza e higiene del hogar y las superficies de uso común, de mantener distancias físicas y el aislamiento social si no le es imperioso salir.

Como resulta prioritario el adoptar posturas más exigentes y menos condescendientes con quienes violan estas normas salvadoras. Si, porque está demostrada en los logros de Cuba su efectividad para salvar; claro, previos a este desatino de la insensatez que sobrepasa el valor numérico si se considera el dolor de una muerte, la pérdida de facultades y secuelas incurables en los recuperados, y también el gasto considerable de recursos y sacrificios, para que unos pocos irresponsables lo tiren por la borda.

Múltiples son las secuelas que puede dejar la COVID-19// Infografía Tomada de Internet

Desde cualquier lugar de donde nos lea siéntase protagonista de esta cruzada contra la desobediencia a lo que puede proteger a los suyos; cuide de sus hijos sin dejarlos andar en las calles y vele por su higiene aunque ya estén en la mayoría de edad; póngase la mascarilla aunque sienta que le ahogue pues sería peor perder para siempre el olfato.

Aléjese de todos y más si está en una cola, como se lee en una imagen que circula hoy por facebook, piense que «todos somos positivos asintomáticos hasta que se demuestre lo contrario».

No sea de los ingenuos que se sienten infalibles, sea prudente con su vida, utilice la vacuna que está al alcance de sus manos viva en La Habana, Artemisa, Granma o en Groenlandia. Todos estamos expuestos al mismo riesgo, unos más que otros, pero nadie sabe quién vino, de dónde, con quién conversó, y muchísimos otros quién, cómo, cuándo y dónde; y si es manzanillero, acuda al hospital Celia Sánchez a sólo lo necesario, mejor aún: a lo imprescindible.

No como los infractores, pero supere el miedo con una postura de las que se precisan en estos tiempos para que el Sars-CoV-2 llegue a ser cosa del pasado y podamos sumar a la historia otro triunfo de la unidad de nuestro pueblo.

Haga de la disciplina un hábito que doblegue a la Covid-19, sobrepóngase a la sordera, y entone la canción de Alexander Abreu y Havana D´ Primera: «…cuídate tú y dale valor a tus seres queridos. Quédate en casa, si, que quiero verte otra vez».

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