Managua, 15 jun (PL) La plenaria del diálogo nacional en Nicaragua sesionará hoy en esta capital, en la que la Iglesia católica valorará la factibilidad de continuar el proceso, en medio de una ola de violencia promovida por sectores de la derecha, según denuncias.
En dicha mesa estaremos dando a conocer la propuesta que presentamos al presidente Daniel Ortega y la carta que él nos ha enviado con su planteamiento, lo que someteremos a debate, indicó en un comunicado la Conferencia Episcopal, mediadora y testigo de las conversaciones.
La Conferencia, fuertemente criticada por su manifiesto apoyo a la oposición, indicó que valorará la factibilidad de continuar el diálogo, aun cuando el gobierno ha reiterado su disposición a encontrar, dentro del marco constitucional, una salida a la crisis sociopolítica que vive el país.
Obispos que participan en las conversaciones como mediadores han exigido incluso, a través de redes sociales, la renuncia del presidente e incitado a la desobediencia civil, además de apoyar un paro y bloqueos de vías que han ocasionado la muerte a niños, mujeres y ancianos.
Para muchos nicaragüenses que claman por el entendimiento y la paz, esas posiciones restan credibilidad al accionar de la iglesia en las conversaciones, pues consideran que anteponen determinados intereses por sobre el beneficio de las mayorías, y en particular el de las personas más vulnerables.
En tanto, la vicemandataria Rosario Murillo aseguró que desde el diálogo el Ejecutivo seguirá trabajando por la paz, la reconciliación y el futuro de Nicaragua.
Asimismo, informó que el canciller Denis Moncada encabezará la delegación gubernamental a la plenaria del diálogo, sobre la cual gran parte de la población cifra sus esperanzas para que vuelva la tranquilidad a la nación, tras casi dos meses de agresiones, vandalismo y odio en las calles.
Al respecto, la Comisión de la Verdad, Justicia y Paz llamó al cese de la violencia y a mantener el diálogo nacional, a fin de superar la crisis.
Según las investigaciones en curso de la Comisión, al menos 168 personas murieron y dos mil 100 resultaron heridas desde el 18 de abril.
Entre las víctimas fatales se encuentran ocho agentes policiales, y otros 200 lesionados, de acuerdo con la junta, que rechazó los constantes ataques con armas de fuego contra los uniformados en la ciudad de Masaya (oeste).
También instó a detener los secuestros y las torturas, al rechazar la reciente agresión contra un líder de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua, que se encuentra grave de salud.
A su vez, lamentó que medios de comunicación promuevan la violencia, al no denunciar la presencia de individuos armados en los tranques de vías, al tiempo que la manipulación de informaciones y las especulaciones hacen parte de ese escenario.
De esa manera, la plenaria del diálogo nacional sesionará un día después de que el país afrontara un paro forzado de 24 horas, convocado por la denominada Alianza Cívica por la Justicia y la Democratización (de oposición).
Si bien muchos trabajadores fueron obligados a paralizar sus quehaceres por el cierre de actividades en las empresas privadas y algunos no abrieron sus negocios por temor a represalias de grupos delincuenciales, muchos otros hicieron caso omiso a la medida.
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