“Si hay que amarrar una vaca, yo la amarro. Si hay que ordeñar, ordeño, pastorear. Si hay que coger un machete para picar leña, se coge y voy pal marabú; lo que hay que tener amor y tener dedicación”.
Sin perder la esencia de la feminidad sus manos se mueven mientras comparte su experiencia y llama la atención unas uñas esmeradamente arregladas que resulta difícil imaginar en tan rudas tareas, pero sí, Maricel Borges Rondón, es una ganadera, ejemplo para mujeres y hombres.
Y con esa convicción sigue estando a la vanguardia de las féminas cubanas que sacan lo mejor a la tierra y no se detienen ante ninguna tarea, por difícil que parezca.
Productora agropecuaria perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Aníbal Arceo Fonseca, que en las dos caballerías de tierra en usufructo que posee en la comunidad El Dagamal, en Manzanillo, logra aportar unos siete mil litros de leche y cerca de dos mil kilogramos de carne anualmente para situarse a la vanguardia y ser reconocida como la Mejor productora del año, en la provincia.
Para Maricel el día comienza cerca de las cinco de la madrugada para además de hacer lo cotidiano de cualquier casa, ir al ordeño, atender los animales, y salir temprano a pastorear. Como ella misma dice ese es “el diario de la vida, y mientras tenga fuerzas y salud, seguiré aportando. Lo que hace falta es seguir produciendo más para seguir aportando más”.