Siempre cerca de la familia en estos tiempos de COVID

Manzanillo. Julio 16.- En Cuba existe una institución que brinda todo el apoyo a los miembros del hogar para una correcta convivencia social. Esta es la Casa de Orientación a la Mujer y la Familia, centro que lidera acciones a favor de todos.

En Manzanillo este  establecimiento se mantiene funcionando sin dificultad, y fue una de las entidades primordiales para la ayuda a quienes  necesitaron de una atención diferenciada  en este tiempo de enfrentamiento a la COVID-19. Del tema converso con  Idelina Mecías Castillo, coordinadora de la Casa en el municipio.

Idelina Mecías Castillo, Coordinadora de la Casa de Orientación a la Mujer y la Familia de Manzanillo//Foto Eliexer Pelaez Pacheco

-¿Qué papel juega la Casa en este tiempo de COVID-19?

– En este tiempo de enfrentamiento a la COVID-19 la institución ha estado muy cerca de la familia cubana con múltiples actividades en apoyo a los ancianos que viven solos, a la mujer, a los niños, a hombres y a todos los miembros de la célula fundamental de la sociedad. Todas estas acciones han sido realizadas por un equipo multidisciplinario que ha incluido también a los estudiantes de medicina, a miembros de las organizaciones políticas y de masas, las federadas de base, pues es la Federación de Mujeres  Cubanas (FMC) la encargada de articular todas las propuestas del centro.

-¿Cuáles son las acciones específicas que se realizan en la institución durante este tiempo de pandemia?

– Creamos los grupos de Mujeres creadoras que se encargaron a principio de la pandemia de la confección de los tapabocas, varias brigadas que se dedicaron específicamente  a la atención de los ancianos que vivían solos, y a otros que necesitaron de la ayuda porque la mujer tenía un importante rol en la sociedad y tenían que trabajar. A estas personas  se les atendió con los almuerzos, en la búsqueda de alimentos, módulos o la canasta básica. Otras federadas realizaron labores de higienización en los hogares de estos ancianos. Igual les dimos charlas sobre la necesidad del lavado de las manos y les enseñamos las técnicas para su correcto ejecución, les hablamos sobre las características de la enfermedad y su combate para evitar los contagios y la propagación.

– ¿Me puedes abundar sobre el trabajo realizado por las mujeres creadoras?

-Como te había  dicho ellas se dedicaron a la confección de las mascarillas y todas las elaboradas por estas creadoras se entregaron de forma gratuita a la comunidad. Se les donó al hogar de niños sin amparo familiar, otros se les regalaron a los estudiantes de medicina. Este grupo lo integraron 16 mujeres las que confeccionaron unos 227 nasobucos.

-¿Cómo fue el apoyo de ustedes a la casa de niños sin amparo familiar?

– A ese lugar hemos ido en varias ocasiones y seguiremos visitándolo por el impacto que logramos en esos pequeños. Allí les hemos regalado mascarillas a los infantes, además de juguetes y ropas, a pesar de que ellos están bien atendidos, que nos les faltan ropas, pero hemos llegados con lo que tenemos y lo que nuestras federadas han donado. Todo esto nos llena de regocijo al ver la alegría en los rostros de estos niños.

-¿Cómo la familia acogió estas acciones?

– La familia está satisfecha. Ahora se nos está pidiendo que se escriba todo lo que hicimos para que quede para la posteridad y que sean transmitidas para las futuras generaciones por si viene otra enfermedad como esta para que se transmitan todas estas experiencias y que sirvan como modelo y guía en su enfrentamiento. Porque tenemos muchos testimonios de cómo se hablaba, de la prevención y de cómo se enfrentó en diferentes aristas.

Los jóvenes participan ahora en los cursos de la casa. //Foto Eliexer Pelaez Pacheco

-¿Cómo fue la participación de los jóvenes en estas acciones?

– Las nuevas generaciones de manzanilleros tuvieron una excelente actuación en estas  actividades con la familia del territorio. Un ejemplo fue el de nuestra ideológica municipal de la FMC que es una muchacha  de 31 años quien estuvo al frente de este accionar con los jóvenes. Todos le aportaron mucha alegría, dinamismo y entusiasmo  a las tareas. No tuvieron descanso, esto fue todos los días a la semana, comenzábamos bien temprano de la mañana y concluíamos hasta tarde y en ocasiones hasta había que terminar por las noches los cómputos en los hogares. Fue muy sacrificado porque muchas de estas jóvenes tienen niños pequeños que necesitaron del apoyo también de sus familiares.

-Finalmente ¿Satisfechas ustedes con todo estos logros? ¿Les quedó algo por hacer? ¿Qué más pudieran aportar?

– Sí, siempre hay algo más que aportar, porque pensamos que no lo hicimos todo, porque hasta de los niños aprendemos y de todo sacamos alguna enseñanza que nos permite seguir avanzado.