Sistema bancario se alista para el reordenamiento monetario

Foto ACN
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La Habana, 25 nov (ACN) Aunque el ansiado Día Cero una nota del Banco Central de Cuba anunciará el cese de la circulación legal del CUC y también la nueva tasa de cambio, para entonces muchas y bien agotadoras habrán sido las jornadas transcurridas con vistas a que la eliminación de la dualidad monetaria y cambiaria marche sin mayores contratiempos.


Alrededor de una década llevan preparándose los trabajadores del sistema bancario, conscientes de la alta responsabilidad que asumen ante una tarea bien compleja, intensa, de mucha envergadura e inédita en la historia de la Revolución.

En el diseño y aseguramiento de las condiciones sus directivos y especialistas han trabajado de conjunto con los organismos de la Administración Central del Estado y otras tantas entidades.

Pero recordemos que el sistema financiero y los bancos transversalizan toda la economía, y sus sucursales no han estado inmersas únicamente en la estratégica misión.

Han venido laborando a la vez en el cumplimiento de los Lineamientos de la Política económica y social, de la política crediticia, en la creación y desarrollo del mercado de deuda pública, y en el impulso a la bancarización y los medios electrónicos de pago, por citar algunas.

En esta hora de recuentos no se puede olvidar cuánto tuvieron que crecerse los colectivos laborales durante el enfrentamiento a la COVID-19, con medidas restrictivas no solo epidemiológicas.

El sistema bancario ha estado enfocado en medidas de carácter macroeconómico, pues las instituciones financieras deben disponer de activos para ponerlos en función de las nuevas capacidades de créditos demandadas por la economía.


De manera que también le toca contribuir a que el país logre superar las distorsiones existentes en materia de subsidios, precios y tarifas mayoristas y minoristas, y como es lógico, las pensiones y salarios del sector estatal, entre otros asuntos.

Si bien la población tendrá tiempo suficiente (al menos seis meses) para cambiar los montos por pesos o agotarlos mediante compras en el mercado, corresponderá a las sucursales bancarias todo ese proceso de recogida del CUC, que sin dudas durante las primeras semanas resultará bien fuerte.


Y ello se hará más engorroso ante nuevas realidades como una mayor cantidad de pesos en circulación debido a la devaluación del peso cubano frente al dólar, a los incrementos de precios de bienes y servicios y de los montos a devengar por el incremento del salario y las pensiones, aun cuando para facilitar y agilizar las operaciones se han emitido billetes de alta denominación y se ha potenciado el uso de las tarjetas magnéticas, incluso en aras de consolidar el comercio electrónico.

En medio de las transformaciones en marcha la política del país será continuar fomentando las cuentas corrientes y de ahorro (tanto en CUP como en MLC), el otorgamiento de créditos a empresas, al sector no estatal y los productores agropecuarios, y de subsidios para la construcción de viviendas, entre otros.

Ante la preocupación de muchas personas de qué pasará con las cuentas guardadas en los bancos y que están en CUC, Marino Murillo Jorge, jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo de los Lineamientos, ha explicado que serán convertidas a pesos cubanos, siempre respetando la actual tasa de cambio.

Y como es de esperar, corresponderá a los trabajadores de las sucursales cumplir con eficiencia tal tarea, una de las tantas previstas en el reordenamiento monetario, conscientes de su alta responsabilidad y de que enfrentan una misión bien compleja, de mucha envergadura e inédita en la historia de la Revolución.

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