Manzanillo. Octubre 25.- El resultado de la prueba correspondiente al antígeno carbohidrato CA 15-3, a cinco años de la operación, reafirmó su confianza en haber ganado junto al sistema de salud cubano la batalla contra el cáncer.
Como ella, todos los pacientes manzanilleros y granmenses diagnosticados con la enfermedad, tienen el acceso gratuito a la realización de los exámenes para detectar la presencia o no de estos marcadores tumorales, que se realizan en el Departamento de Medicina Nuclear del Hospital Clínico Quirúrgico Celia Sánchez Manduley de Manzanillo, único de su tipo en la provincia.
A ellos, Cuba garantiza los tratamientos que se realizan con medicamentos de primera línea, como los sueros citostáticos importados y altamente costosos; y a pesar de las dificultades el país prioriza el programa de atención a enfermedades crónicas no transmisibles como el cáncer.
Explica el doctor Gustavo Enrique Pich Martí, especialista en Oncología y responsable del servicio oncológico en el referido centro asistencial, “la utilización de los marcadores tumorales para las disímiles localizaciones nos orientan respecto a si hay actividad o recaída en la enfermedad en el caso de los pacientes previamente operados, para tomar conductas adecuadas y ayudar a una terapéutica más eficaz que aumente la sobrevida y calidad de vida a pacientes oncológicos”.
Se disponen para evaluar la respuesta del paciente al tratamiento o para monitorear la recurrencia, el ya mencionado antígeno carbohidrato CA 15-3 específico para las lesiones de mama, el CA 125 para presencia en ovarios, el CA 19-9 para los tumores de origen glandular, el antígeno carcinoembriónico (CEA) para pulmón y vía digestiva, destacó el médico especialista.
Igualmente, el antígeno PCA para el pesquizaje de cáncer de próstata, el Alfa-fetoproteína (AFP) y la Gonadotropina Coriónica Beta-Humana (B-HCG) para los tumores de células germinales como testículos y ovarios. Además, una serie de pruebas específicas como la tiroglobulina y el anticuerpo antitiroglobulínico para el cáncer de tiroide.
Estos exámenes se realizan “gracias al apoyo de los Centros de Ingeniería Molecular y de Genética y Biotecnología, que permiten también la aplicación de vacunas y anticuerpos monoclonales; y los estudios de inmunohistoquímica que se hacen en la capital para detectar, por ejemplo, los receptores de estrógeno, de progesterona, el índice de proliferación celular”.
Ello responde al programa del sistema de salud cubano para el control del cáncer, que en la Isla constituye la segunda causa de muerte, con Granma incluida entre las provincias en los primeros lugares de incidencia; y con factores de riesgo tanto genéticos como ambientales, nutricionales, hormonales; y la longevidad y el hábito de fumar como desencadenantes fundamentales.
Los pacientes con neoplasia disponen además de la “radioterapia, como otra arma aplicada, para lo que enviamos alrededor de 150 pacientes mensualmente al Hospital Lenin de Holguín”.
“Como se trata de mantener y garantizar todos los recursos para la quimioterapia y la atención a quienes la padecen; al igual que aquello que en valoración de la inmunohistoquímica ameritan tratamientos hormonales como el tamoxifeno, lectrozol, zoladex, flutamida, altamente costosos, se le entrega gratuitamente a los pacientes a nivel de la farmacia central del hospital”.
En virtud de la atención especializada de los aquejados con este padecimiento, con prevalencia en las localizaciones de cabeza y cuello, pulmón, mama y de la parte ginecológica, los profesionales se actualizan anualmente con los avances en materia de cuidados y tratamientos en el terreno de la oncología.
A casi seis décadas del férreo bloqueo de los Estados Unidos sobre la Isla caribeña, que acumula daños en el sector de la salud por más de 30 mil millones de dólares, el gobierno cubano logra a través de terceros países y por disímiles vías el acceso a fármacos, reactivos y equipos indispensables para la atención de los pacientes.