La ministra de Ciencia, tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez Montoya, explicó a los parlamentarios cubano la marcha de la Tarea Vida, el plan de Estado y de Gobierno de Cuba para enfrentar el cambio climático, y abordó temas que van desde los estudios de riesgo ambiental y la actualización de las investigaciones en cada territorio, hasta la intrusión marina, la protección costera, la elevación del mar y las soluciones para ello, las particularidades de la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM) y cuán estratégica es la comunicación en esta política.
Al inicio de la sesión ordinaria de la novena legislatura en la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, la titular del CITMA destacó que lo hecho hasta hoy en la Tarea Vida, a 18 meses de su aprobación, ha sido fruto del financiamiento del Estado cubano.
Lo primero -explicó- fue realizar un recorrido por las provincias y el municipio especial Isla de la Juventud para orientar y explicar las etapas de implementación y cuáles serían los métodos a utilizar, incluidas las 11 tareas del plan, así como las acciones en el corto plazo, hasta 2020.
Se definieron, en esa fase inicial, las responsabilidades de los organismos de la Administración Central del Estado y organizaciones empresariales, así como consejos de la Administración. Hasta el momento, han sido visitadas 12 provincias y la Zona Especial de Desarrollo Mariel por la comisión que preside el CITMA e integran otros ministerios.
“Hemos contado con el apoyo, la participación y conducción directa del presidente Miguel Díaz-Canel. Todos los meses se realiza en el Consejo de Estado una reunión presidida por él para la presentación de las tareas en cada una de las etapas. A partir de sus orientaciones, hemos introducido las rendiciones de cuenta de organismos y provincias”, dijo la ministra.
Por esas rendiciones de cuenta, precisó, han pasado los ministerios de Agricultura, Energía y Minas, Educación, Educación Superior, Transporte y Salud Pública, y los institutos de Planificación Física, Radio y Televisión, y Recursos Hidráulicos, así como las provincias de Pinar del Río, La Habana, Artemisa, Mayabeque y Villa Clara.
Durante 2018 se realizaron controles de las tareas en Holguín, Artemisa (incluida la ZEDM), Granma, Las Tunas, Camagüey, Pinar del Río, La Habana, Guantánamo, Santiago de Cuba, Ciego de Ávila, Sancti Spíritus y Villa Clara.
Entre otros puntos de prioridad, Pérez Montoya mencionó el fortalecimiento de la base científica en cada territorio, la necesidad e importancia de una permanente actualización de investigaciones y sus resultados, para mantener un aporte científico directo a este proceso. “Es un tema que hemos tratado con las delegaciones territoriales del CITMA, con los centros de investigación de cada territorio y las entidades de tecnología e innovación”.
Otras prioridades -añadió- son la conformación de carpetas territoriales que faciliten el financiamiento de organismos internacionales en los proyectos, y la necesidad de que los análisis tengan en cuenta los planes de desarrollo actuales y perspectivos hasta 2030.
En la sala estaban presentes el vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Roberto Morales Ojeda, el ministro de Cultura, Alpidio Alonso Grau, y el director del Programa Martiano, Abel Prieto.
Peligro ambiental, intrusión marina, protección costera
- Hasta la fecha, se han concluido 109 estudios de peligro, vulnerabilidad y riesgo, y se ejecutan 46: de ellos 22 que estudian los peligros de origen natural, 11 de origen tecnológico y 13 sanitarios.
- Fue aprobado el estudio de peligro, vulnerabilidad y riesgo por sequía en la provincia de Santiago de Cuba.
- Se presentó al gobierno de la capital y al Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil la actualización de los estudios de peligro, vulnerabilidad, y riesgo hidro-meteorológicos del territorio para el cálculo de los peligros. Estudios como estos, coordinados por la Agencia de Medio Ambiente, son la base del proceso.
- Hay 15 áreas y zonas determinadas de prioridad para comenzar el avance de las tareas. No obstante, el plan tiene en cuenta cualquier otra necesidad que surja. “De hecho, han surgido algunas necesidades a partir de los eventos hidro-meteorológicos extremos que hemos tenido en los últimos meses. La comisión del plan toma nota, atiende y hace los análisis que correspondan con las autoridades nacionales y territoriales”.
- Hasta noviembre de 2017 fueron expuestos resultados de 12 proyectos y el servicio científico-tecnológico del macroproyecto (un conjunto de 13 proyectos del CITMA en que hacen los análisis un grupo de entre 100 y 120 científicos de varias disciplinas, que van al terreno y hacen las evaluaciones). Cada febrero o marzo, entregamos a la dirección del gobierno una actualización de los temas relacionados con el cambio climático en Cuba.
- Existe ya el mapa de alerta sobre el ascenso del nivel medio del mar debido al cambio climático. De 29 bloques de resultados integrados, 23 se ratifican, con siete nuevos aportes, y cuatro se rectificaron, con siete nuevos aportes. Dos bloques fueron novedosos, con dos nuevos aportes.
- Como resultado de la actualización en los últimos meses y nuevas evidencias tras los últimos eventos climatológicos (tormenta tropical Irma, huracán Alberto, los resultados se incorporan y se hacen rectificaciones en el plan. Por ejemplo, “habíamos previsto tener un impacto en algunos territorios hacia 2030 o más tarde, pero ya algunas situaciones se han anticipado”.
- Se estima que la elevación del mar ha aumentado en los últimos años. El 85% de las playas arenosas cubanas presentan indicios de erosión: 23 con erosión intensa y 195 con erosión moderada.
- Se completó el mapa de tipos de costas. En cada territorio se ha analizado los sitios para hacer inversiones de recuperación, vertimiento de arena, dónde están los bancos de arena fuentes. “Todo debe tener un fundamento científico. Hay que determinar prioridades”.
- La ZEDM, en Artemisa, se estudia de forma separada, con un análisis diferenciado por su nivel estratégico y el desarrollo que tiene y que se prevé allí en el futuro. “Allí nada nos puede tomar desprevenidos respecto al cambio climático. Los estudios allí son muy rigurosos”. El próximo año debe iniciarse allí una estación meteorológica integral para medir indicadores hidro-meteorológicos extremos, así como sismológicos y radiológicos”.
- Uno de los elementos rectificados según evidencias recogidas en 2018: Se estima que en 2050 la pérdida de tierra de la nación sea más de 2 691 kilómetros cuadrados, el 2.3% del territorio nacional. Para el 2100, se estima una pérdida superior a 6 371 km2, el 5.5% del territorio nacional.
- Se ratifica que hay 574 asentamientos humanos y 263 fuentes de abasto de agua vulnerables por intrusión salina marina. “En la medida en que la intrusión marina aumente, la salinidad de los suelos será mayor. Hay provincias como Artemisa y Mayabeque donde tenemos intrusión de hasta 15 y 17 kilómetros tierra adentro (…) En este problema se trabaja conjuntamente con los institutos de Planificación Física y de Recursos Hidráulicos”.
- El resultado más efectivo del período fue la demostración de la efectividad de las playas recuperadas con vertimiento de arena: “Se demostró que donde las playas estaban recuperadas y teníamos proyección natural necesaria, mangle, bosque, duna, etc., la vulnerabilidad ante los eventos meteorológicos es menor (…) Estamos siendo muy rigurosos en que no se dañe la protección natural en las costas”.
- La experiencia en poblaciones costeras afectadas por eventos climáticos refuerza la necesidad de sumar cada vez más a científicos del área de las ciencias sociales y humanísticas al trabajo antes, durante y después de los eventos climáticos para trabajar con los pobladores. También “estamos haciendo un fuerte trabajo para duplicar la información y la comunicación”.
Arrecifes y percepción social
Elba Rosa Pérez se refirió igualmente a la protección de los arrecifes de coral, asunto que calificó como “importante porque la conservación natural es muy necesaria”. Añadió que el ministerio atiende de manera muy puntal la recuperación de las barreras coralinas. “Varias entidades de investigación participan en la realización de monitoreos y se hacen siembran en los lugares más deteriorados. Somos muy enfáticos y celosos con el tema y se lo comunicamos a otros organismos que pueden estar relacionados como el ministerio de Transporte y el de Turismo”, expresó.
Un tema clave es lograr concientizar a la población y conseguir que la gente se sume a las actividades de protección medioambiental. “Debemos profundizar en la información y la comunicación, sin saturar”, sentenció Pérez Montoya.
“Es muy importante que la percepción social la hagamos todos los días y para todos los públicos. Hemos tenido algunos resultados, pero debemos seguir trabajando”.
Dificultades y limitaciones en el plan de la Tarea Vida
- Falta uniformidad en la respuesta en todos los sectores de los diferentes territorios. En algunos casos las acciones son muy lentas y requieren un esfuerzo adicional.
- Hay dificultad para identificar las acciones referidas a la mitigación del cambio metodológico.
- Persisten vacíos de conocimientos científicos sobre todo a nivel local.
- Los organismos no siempre informan de manera debida y oportuna sobre financiamiento u otras acciones
- Muchas de las medidas previstas son de carácter reactivo y no preactivo.
- Aun es limitada la precisión financiera de las acciones y la identificación de las posibles fuentes.
- Es insuficiente la participación de las ciencias sociales para avanzar en el incremento de la percepción social.
- La captación de la información en base a diferenciar con claridad lo que en cada etapa le corresponde al Plan y evitar solapamientos con los programas de desarrollo aprobados a los diferentes organismos.
Debate entre diputados
Una vez concluida la intervención de la ministra, el presidente de la comisión, Andrés Castro Alegría, convocó a los diputados presentes a opinar sobre el tema en cuestión.
Luis Velázquez Pérez, del municipio Frank País en Holguín, se refirió a la importancia de buscar y emplear recursos foráneos para combatir el cambio climático y la contaminación ambiental. “No podemos aspirar a que todo se pueda resolver con financiamiento nacional. Aquí juega un papel importante la colaboración y los financiamientos internacionales porque son fenómenos que afectan a toda la humanidad”, comentó.
Sobre el apoyo de la academia añadió: “Usted –le habla a la ministra– hacía referencia a la insuficiente participación de las ciencias sociales. Cuba cuenta con capital humano que debe emplearse para resolver los fenómenos que nos afectan”.
“El cambio climático afecta no solo a la agricultura o la ganadería, sino también a la salud humana con la generación de epidemias, el cáncer, el aceleramiento del envejecimiento… Es un gran reto que debemos asumir”, alertó Velázquez.
También enfatizó en la sensibilización del pueblo sobre los estragos que ocasiona el cambio climático: “Existe una realidad, nuestra población no tiene percepción de riesgos para estos problemas. Es necesario la integración de todos los ministerios para enfrentar esta situación. Por eso es también importante introducir desde muy temprano en los centros de enseñanzas estos temas“.
La guantanamera Idaliana Díaz Casamoayor opinó igualmente sobre este tema, clave para cumplir con todas las actividades del plan: “La primera tarea debe ser concientizar mucho más a la población, sobre todo a quienes viven en zonas costeras porque debemos tener en cuenta cómo introducir el mensaje pues la añoranza puede provocar la resistencia a moverse hacia otros lugares”.
Por su parte, la parlamentaria santiaguera Diana Sedal, resaltó la necesidad de enlazar a las universidades y a los estudiantes: “Podemos identificar cómo las universidades se pueden integrar a la comunidad y a las áreas vulnerables para podernos retroalimentar sobre cuánto hemos avanzado y cuáles son los lugares más vulnerables”.
Una alerta de cara a futuro fue expresada por el diputado de la provincia de Camagüey, Eulogio Armenteros Vázquez: “Se deben buscar especies, tanto plantas como animales, que sean resistentes a la salinidad y a las altas temperaturas. Es trascendental tener la capacidad de modelar cómo se va a afectar el nivel del mar y cómo se van a comportar las plagas y enfermedades en la agricultura, la ganadería y el ser humano”.
La capital y su 500 aniversario tuvo su momento dentro del debate, cuando el diputado por el municipio Habana Vieja, Félix Julio Alfonso López, se refirió a la situación de deterioro que vive la zona costera más emblemática de la ciudad: “Se ha perdido mucho en el malecón, no solamente en la afectación con relación a la vivienda y a la población residente en la zona, sino también a la pérdida de edificios de alto valor patrimonial producto de la incidencia directa del mar sobre ellos. No podemos perder tiempo, la situación se agrava y si no se actúa de manera rápida y efectiva puede perderse esa línea de fachada del malecón tradicional”.