La ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París podría sufrir modificaciones como precaución ante la amenaza de atentados terroristas vigente en varias ciudades de Europa; así lo hizo saber la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI).
El formato previsto del espectáculo inaugural, que incluye un desfile fluvial de los atletas a lo largo del río Sena, es demasiado arriesgado, por lo que no puede mantenerse sin cambios y es necesario “pasar al Plan B”, indicó una fuente de inteligencia.
El temor de la DGSI es ver el regreso a Francia del terrorismo de masas, cometido con armas de guerra o atropellos, destacan medios locales.
Con el precedente del atentado terrorista perpetrado en la sala de conciertos Crocus City Hall, en las afueras de Moscú, que dejó al menos 143 muertos y más de 380 heridos la pasada semana, la autoridad para la lucha contra el terrorismo francesa prevé “evitar en la medida de lo posible el escenario de un atentado coordinado el día de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos ante las cámaras de todo el mundo”.
“En la última semana ha habido mucha actividad entre los nacionales de Asia Central que solemos vigilar”, agregó el informante. Por ello, la inteligencia francesa decidió intensificar la vigilancia de los ciudadanos de Turkmenistán, Kirguistán y Kazajistán.
La inauguración atípica
Los organizadores de la ceremonia de apertura de los Juegos parisinos habían concebido un “atípico” desfile de los atletas, esta vez fuera de un estadio y donde cada delegación nacional estaría montada en un barco equipado con cámaras, de manera que pudiera seguirse la ceremonia a través de la televisión o de forma online para tener un punto de vista de la acción más cercano.
De ese modo, el desfile tendría un recorrido de seis kilómetros y podría finalizar frente a Trocadero, donde se desarrollarán los elementos finales de la ceremonia y los espectáculos.
A lo largo del espectáculo inaugural, los atletas aparecerían en escena junto con artistas, en línea con el objetivo de París 2024 de acoger unos Juegos que sean creados por y para los deportistas.
Asimismo, está prevista una ceremonia abierta para el gran público, que no tendría que pagar por la observación desde los muelles de las zonas superiores. En tanto, aquellos dispuestos a ver la ceremonia desde los muelles inferiores, desde el puente de Austerlitz hasta el puente de Iéna, sí tendrían que comprar entradas.
Cientos de miles de aficionados podrían tener la oportunidad de acudir a las festividades para disfrutar de la mágica atmósfera pensada para ese día, a través de unas 80 pantallas gigantes y altavoces, estratégicamente colocados.
Según los organizadores, estos detalles harían de la Ceremonia de Apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024 la más grande de la historia de los Juegos, y estaría abierta a todos: residentes locales de París y de las regiones colindantes, además de a los visitantes de toda Francia y todo el mundo.