Manzanillo. Enero 12.- Alcanzar la anhelada soberanía alimentaria en el municipio es un reto aún distante para los agricultores del territorio que hasta el momento han logrado consolidar la producción en sólo dos de los siete bloques productivos identificados.
En El Sitio se recoge ya el resultado de sembrar 77 hectáreas de plátano, mientras que en Caño Adentro a pesar de no contar con un sistema de riego son 132 las hectáreas que ya producen la gustada vianda.
Para hacer parir estas tierras laboran intensamente 25 y 42 trabajadores respectivamente, de fincas estatales vinculadas a estas áreas que reciben el apoyo de la población a través de trabajos voluntarios con la conducción de la empresa de la agricultura en Manzanillo.
Un tercer bloque que comprende unas mil hectáreas en las cercanías de la comunidad de San Francisco, inició la explotación de 250 en una primera etapa. Conocido como Granma 2, por estos días se intensifica el desbroce con vistas a la siembra de plátano y yuca en la próxima campaña de primavera que inicia el primero de marzo, para lo que se utilizará fuerza del Ejército Juvenil del Trabajo (EJT).
El ingeniero Vladimir Alcalá Hernández, director de la empresa agropecuaria en este municipio granmense, explicó que se precisa echar andar los siete bloques productivos identificados para cumplir con el autoabastecimiento de la población como está previsto en el Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional de Cuba.
De acuerdo con este Plan, el consumo debe ascender a 30 libras per cápitas mensuales por habitantes, en las que se incluyen 15 de viandas, 10 de hortalizas, tres de frutas y dos de granos.
El desafío de los agricultores del territorio es fuerte pues a eso se suma la entrega de productos a los cuatro hospitales, las dos universidades, 10 círculos infantiles, casas de abuelos, el Hogar materno, el de ancianos y la casa de niños sin amparo familiar, entre otros centros que son priorizados para recibir estos alimentos, al menos dos veces por semana.
Los restantes bloques productivos se encuentran en San Vicente en Cayo Espino, con alrededor de 200 hectáreas, sin iniciar la preparación; Boquerón en la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Roberto Díaz del Remate, con 200 hectáreas que todavía no se trabajan; el Litoral que hoy está ocupado de usufructuarios que tienen producciones intermitentes, por lo que no está consolidado, al igual que el de Paso Llano en Jibacoa, que cuenta con alrededor de 100 hectáreas, en explotación pero sin una política establecida para lograr resultados sostenidos.